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Igor Andropov, hijo del fallecido presidente soviético, nombrado nuevo embajador en Atenas

El Soviet Supremo de la URSS ha nombrado a Igor Andropov, hijo del anterior secretario general del PCUS, nuevo embajador de la Unión Soviética en Grecia, según una resolución hecha pública ayer. Andropov sustituye en el cargo a VIadimir Kaboshkin, de 66 años, un especialista en asuntos árabes, que se jubila después de haber desempeñado el cargo durante cinco años.Igor Andropov tiene 43 años. Estudió en el Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú, considerado el centro de estudio de los hijos de la nomenklatura. Después de graduarse en él, Igor Andropov obtuvo una plaza directiva en el Instituto de Estados Unidos y Canadá de la Academia de Ciencias de la URSS.

Vivió durante algún tiempo en Estados Unidos, donde escribió un estudio sobre el movimiento sindical en América. Después en Hungría, donde simultaneó el trabajo con los estudios. Pertenece al cuerpo diplomático soviético. En noviembre de 1982 fue nombrado miembro de la delegación soviética que participó en la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (Madrid) en octubre de 1983; tomó parte en la reunión de Helsinki, preparatoria de la conferencia de Estocolmo para la creación de medidas de confianza, seguridad y desarme en Europa (y fue nombrado en ella vicepresidente de la delegación soviética).

A pesar de este brillante historial profesional, Igor Andropov no pasa por ser un vocacional de la diplomacia. El prestigioso director de teatro soviético Yuri Lyubimov, desposeído actualmente de la ciudadanía soviética, comentaba algunos aspectos de su personalidad en una entrevista que publicó The New York Times en marzo de este año. Decía Lyubirnov que hace 17 años Igor Andropov y su hermana acudieron al teatro Taganka para ingresar en su escuela de interpretación, y que fue el mismo director quien le disuadió de ello. Yuri Andropov, que entonces era el máximo responsable del KGB (Servicio de Espionaje Soviético), agradeció personalmente a Lyubirnov aquel gesto.

Se considera en Moscú que el nombramiento de Igor Andropov como embajador en Atenas supone un paso firme de progresión en su carrera si se tiene en cuenta la vital importancia que Moscú concede actualmente a sus relaciones con Atenas. No sólo porque allí gobierna un partido socialista, sino por el interés soviético en que Grecia mantenga su actitud crítica hacia Estados Unidos o en el seno de las instituciones europeas (una actitud similar a la que Moscú desea de España, según manifestaron a este periódico fuentes oficiosas soviéticas).

Implícitamente, el nombramiento de Igor supone también una victoria más de los andropovianos (con Mijail Gorbachov a la cabeza), de quienes se dice que controlan mayores parcelas de poder cada día.

Anteayer se descubrió en los muros del edificio central del KGB una placa conmemorativa de Yuri Andropov, quien había dirigido el comité durante 15 años.

Las especulaciones sobre ese creciente poder político de los andropovianos coincide en el tiempo con los rumores sobre un posible empeoramiento del delicado estado de salud de Konstantín Chernenko, el secretario general. No pocos observadores consideran que la Inusual inactividad de Chernenko -oficialmente de vacaciones desde el 15 de julio- puede deberse a que está siendo relegado hacia tareas meramente representativas y no de gobierno.

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