Atmósfera tranquila en Polonia ante el aniversario de los acuerdos de Gdansk
En Polonia se cumple hoy el cuarto aniversario de la firma de los acuerdos de Gdansk, que dieron origen al sindicato independiente Solidaridad -hoy prohibido-, en una atmósfera de aparente tranquilidad, a pesar de llamamientos aislados desde la clandestinidad a "participar masivamente" en la conmemoracion.
La concesión de la amnistía a casi todos los presos políticos del país, con ocasión del 40º aniversario de la República Popular de Polonia, ha quitado fuerza y argumentos a la oposición al régimen. La principal reivindicación de los últimos tres años ha quedado sin sentido con la salida a la calle de casi todos los líderes. de Solidaridad y del Comité de Autodefensa Social (KOR) que estaban encarcelados. Con la puesta en libertad de sus dirigentes más destacados, todavía en proceso de ambientación y de recuperar la información y contactos interrumpidos en los casi tres años de cárcel, la oposición polaca cuenta con varias cabezas y escasa fuerza organizativa. Los recién salidos de la cárcel repartidos por todo el país, la figura del dirigente de Solidaridad, Lech Walesa, en Gdansk y la comisión coordinadora provisional (TKK), que sigue en la clandestinidad, son diferentes centros de dirección que tienen dificultades para organizarse y coordinar una actividad opositora.
Walesa, ante el temor de que mañana no pueda leer el discurso preparado con ocasión del cuarto aniversario de los acuerdos de Gdansk, se encargó de distribuirlo con arreglo a un orden significativo: el primero en recibirlo fue el primado de Polonia, cardenal Jozef Glemp; luego, la agencia oficial polaca de noticias (Pap), y tres días después, las agencias de Prensa extranjeras.
Rechazo del pluralismo
En las palabras de Walesa, que probablemente hoy no podrá pronunciar, el premio Nobel de la Paz insiste en la necesidad de un diálogo y un acuerdo nacional y alaba la liberación "de la mayor parte de nuestros colegas" como un primer paso en la dirección correcta. El paso siguiente, según el texto que hoy quisiera leer Walesa, sería "el pluralismo sindical", para "comenzar el proceso de reconstrucción de la confianza social para así poder salir del oscurantismo y proceder a las reformas indispensables". En dos momentos de su texto Walesa advierte contra el peligro de "consecuencias trágicas" como consecuencia de ignorar la voluntad de la nación".En una intervención ante las cámaras de televisión, en el curso de una discusión de cinco horas de duración con otras 18 personas, el viceprimer ministro, Mieczyslaw Rakowski, rechazó categóricamente la posibilidad de este "pluralismo".
Desde la clandestinidad, la TKK convocó a "todos los eslabones del sindicato a organizar conmemóraciones de la fiesta de Solidaridad, y a todos los miembros y simpatizantes del sindicato a participar masivamente". La falta de concreción de la convocatoria llegó hasta el extremo de que ayer en Varsovia no se sabía en qué forma habría de manifestarse hoy la adhesión con el sindicato prohibido.
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