La estadounidense Rebecca Twigg, en 3 kilómetros de persecución, logró la mejor marca mundial

La estadounidense Rebecea Twigg estableció la plusmarca mundial en las series de los tres kilómetros de persecución con un tiempo de 3.49.78. Es el primer récord del velódromo del Valle de Hebrón de Barcelona, que ha demostrado así su velocidad. El himno norteamericano sonó por primera vez cuando Connie Paraskevin le arrebató la medalla de oro a la soviética Erika Salumiae en la prueba de velocidad. En la de tándem se impuso el equipo de la República Federal de Alemania. El oro en la persecución por puntos profesional fue, por cuarto año consecutivo, para el suizo Urs Freuler.

La especialidad de persecución femenina puso por primera vez sobre la pista las famosas bicletas de ruedas lenticulares carenadas y todos los adelantos técnicos en la materia. Las italianas, naturalmente, utilizaron las máquinas tipo Moser, con sus dos ruedas lenticulares, mientras que las holandesas, francesas y norteamericanas solamente tenían una de esas ruedas tan peculiares en la trasera de sus máquinas.De muy poco, sin embargo, les sirvió su superioridad técnica a las italianas, que sólo pudieron colocar en las semifinales a una de sus participantes y vieron cómo la estadounidense Rebecca Twigg -primera en los mundiales de 1982- hacia el mejor tiempo, con 3.49.78, en los tres kilómetros de recorrido, batiendo el récord mundial que tenía la soviética Tamara Garkuschina, con 3.52.50, en la ciudad canadiense de Montreal, desde el 18 de ágosto de 1974. La propia Rebecca Twigg realizó una mejor marca en los cuartos de final, pero sólo se contabilizan como récord del mundo las marcas que se logran en las series eliminatorias, cuando las corredoras ruedan en solitario.

Tercer título consecutivo

Connie Paraskevin, a sus 23 años, consiguió ayer su tercer título mundial consecutivo. Pero el de esta ocasión tenía más valor para ella. Su rival había sido una soviética en la primera confrontación oficial entre EE UU y la URSS tras los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Connie celebró el triunfo con champán y no pudo evitar que unas ligeras lágrimas bañáran sus mejillas. "Tenía ganas de medir mis fuerzas con una soviética al no haberlo podido hacer en los Juegos", dijo.Para Paraskevin, la decisión de los jueces de repetir la segunda manga de la final fue justa. "Erika me cerró en los últimos metros e incluso me tocó. Pero no presentamos una protesta formal hasta conocer el resultado oficial. Después llegó la reclamación soviética y el aplazamiento, que me vino muy bien porque estaba ahogada con tanto sprint". Connie piensa reeditar su triunfo en los próximos mundiales y asegura que en el velódromo se lo ha pasado "muy bien porque es pequeño y seguro, ideal para este tipo de pruebas". La china Suyine Zhou -bronce- logró la primera medalla en la historia del ciclismo para su país.

En la final de tándem, el dominio del equipode la RFA fue total. Se impuso en la final a Francia. El bronce fue para Italia, que ganó en la lucha por el, tercer puesto a la URSS.

Ruiz Cabestany, octavo

El mejor español de la jornada de ayer fue Pello Ruiz Cabestany, que finalizó en octava posición en la prueba de persecución profesional por puntos. Su presencia fue un acicate para los espectadores, que se divirtieron con los continuos sprints -uno por cada 1.500 metros- que los 22 participantes realizaron durante los 50 kilómetros de la prueba. En cada sprint el ganador se llevaba 5 puntos y, de forma descendente, el cuarto recibía un punto. El suizo Freuler, por cuarto año consecutivo, se proclamó campeón mundial al lograr 71 puntos. La plata fue para el australiano Garry Sutton -51- y el bronce para el alemán occidental Henry Rinklin -38-. Ruiz Cabestany logró 17, mientras el otro español, Avelino Perea, fue 15º.Otros españoles quedaron eflminados en las repescas de la prueba de medio fondo tras moto de aficionados. Alexandre Pascual ni siquiera terminó, mientras que Jaime Pou fue tercero y Andrés Martínez sexto. Guillermo Timoner, que siguió atentamente la prueba desde la pelouse, no lo hubiera hecho peor a sus 58 años. El abuelo del ciclismo mundial estaba ayer entrenándose en el velódromo a las nueve de la mañana porque está convencido de clasificarse en la respesca de los profesionales que correrá hoy. De momento, no ha quedado fuera de la competición, pese a que en algunos medios de comunicación ya le daban por eliminado. Soñar no cuesta dinero, ni siquiera los 2.800.000 pesetas que destina la Federación Española de Ciclismo a la preparación de sus pistards.

Hinault quiere fichar a Lemond

El ciclista estadounidense Greg Lemond, campeón del mundo de fondo en carretera para profesionales y que milita en el equipo Renault, fichará por La Vie Claire, conjunto cuyo jefe de filas es Bernard Hinault, según informó ayer el diario deportivo francés L'Equipe. Lemond quedó tercero en el último Tour de Francia, prueba ganada por el líder del Renault, Laurent Fignon. Lemond, de 22 años de edad, defenderá el domingo, en Barcelona, su título mundial.