Pequeñas operaciones en un clima de incertidumbre

Se va acercando el final de las vacaciones, y en los mercados de valores se continúa respirando el mismo ambiente de inactividad de la semana anterior. Los niveles de la contratación se van acercando a lo que suele ser habitual en los meses veraniegos, al tiempo que todavía se mantienen, en cifras menores, las compras a crédito. Tal y como se desarrollaron las cosas en la última sesión de la semana, da la sensación de que algo ha quedado sin hacer, y no se sabe bien qué puede ser. Compradores y vendedores continúan esperando con atención y, al menor descuido o síntoma de cansancio del contrario, aprovechan la ocasión para efectuar la operación al precio más adecuado para ellos.Esto no se cumple al pie de la letra en los valores eléctricos, que vienen siendo objeto de algunas atenciones por parte de sus cuidadores. Sin embargo, tampoco en estos corros el papel que sale se muestra dispuesto a ceder y así, en el mercado madrileño, se podía ver cómo un cierto volumen de partidas vendedoras no, cedía ni siquiera un octavo y terminó forzando la compra en su terreno.. Los valores eléctricos, en general, han venido registrando pequeños escarceos en torno a un precio de referencia que era, a fin de cuentas, el que permitía esta situación.

Los pequeños avances que se lograron entre los valores de segunda fila no significaban sino la recuperación de parte del terreno perdido en sesiones anteriores. Los principales, a pesar de las oscilaciones que algunos de ellos sufrieron en los corros, prácticamente mantuvieron sus posiciones, registrando diferencias muy pequeñas. Algo más negativo resultaba el sector bancario, debido a un pequeño aumento en los saldos vendedores de sus componentes principales. Sólo Central y Vizcaya tuvieron un saldo positivo de 1.871 y 237 títulos, respectivamente, que al Central le sirvieron para mejorar su cambio en tres enteros. Entre los que presentaron un saldo vendedor destacaba el Santander, que con un resto de 593 títulos bajó dos enteros. El resto de los que tenían títulos a la venta se dejaron entre tres y cuatro enteros, correspondiéndole esta última cifra al Hispano, que no era precisamente el que tenía el saldo más abultado.

Entre los sectores industriales se vivió una típica jornada de cierre semanal, que sólo respetó a aquellos valores que mantienen algunas expectativas favorables, como fue el caso de Altos Hornos o Aragonesas. En construcción se consiguieron algunos pequeños avances que, ante varias ausencias significativas, lograron que el sector fuese uno de los que cerraban con un avance en la Bolsa de Madrid. También las siderúrgicas se anotaron un pequeño avance, a pesar de que algunos de los valores de primera fila sufrieron retrocesos.

Telefónica también se sumó a los recortes y al final tan sólo los dos grupos arriba mencionados cerraban con diferencias positivas, perdiendo el resto cantidades menores de un punto, lo que indica con bastante exactitud lo que fue la jornada, una sesión más en la que ha quedado de manifiesto la falta de orientación de los inversores, justo en los momentos en que los mercados se encuentran muy próximos a sus máximos anuales. El cierre resultó indefinido, por lo que para la semana que viene no sólo no hay pronósticos, sino que además el ambiente se empieza a volver inseguro.