El nadador alemán oriental Berndt bate el récord europeo de 400 metros estilos
La natación sigue sin ofrecer récords mundiales en los Juegos de la Amistad, en los que la frialdad continúa siendo la característica general No pretenden ser una alternativa a los olímpicos, pero sí parece que persiguen ser todo lo contrario. Los vencedores no lloran en el podio y el público apenas se exterioriza. No existe la emoción del deporte ni el sentimiento de fiesta que hubo en Los Angeles. En Moscú parece estar todo calculado y premeditado. La Prensa soviética habla del ciclismo, en el que hubo mejores marcas mundiales, e ignora la natación, en la que en algunas pruebas no hay el número suficiente de participantes para ocupar todas las calles de la piscina. Ayer volvió a pasar esto en el relevo de 4 X 200 metros libres masculinos. De las cinco finales de la segunda jornada, sólo en una se superó la marca que en Los Angeles valió el oro. El alemán oriental Jens-Peter Berndt sí que logró, al menos, el récord europeo de 400 metros estilos, con un tiempo de 4.18.29.
"Estamos fuertes por nuestra unidad", "Deporte, amistad y paz" y frases de este tipo son las únicas referencias que en Moscú se merece Amistad-84. Es algo extraño. Parece que la competición es lo de menos. Nadie sabe nada. Unos atletas estuvieron a punto de llegar tarde a sus pruebas porque quien les acompañaba y los porteros del estadio no sabían cuál era la entrada para los participantes. Los resultados no importan, a no ser que haya récords mundiales o, como mal menor, se realicen marcas que mejoren las de los Juegos Olímpicos.De la natación se esperaba más. En Los Ángeles, las pruebas masculinas tuvieron un nivel inusitado, al esteblecerse 11 récords mundiales. Era un reto demasiado elevado para Amistad-84. Pero, en las femeninas, las nadadoras de la República Democrática Alemana, que compiten en Moscú, no tienen más rivales que ellas mismas y todavía no han logrado superarse. Y, lo que es peor, no en todas las pruebas están consiguiendo rebajar los tiempos de las campeonas olímpicas. De momento, después de dos jornadas y nueve finales, el balance es que se han superado tres marcas que en Los Angeles supusieron el oro, cuatro que valieron la plata y dos que significaron el bronce.
La marca más relevante de la jornada de ayer y de lo que va de natación fue la que obtuvo JensPeter Bernelt (RDA) en 400 metros estilos masculinos, 4.18.29, que es récord de Europa. El anterior lo tenía él mismo en 4.19.61. Su registro, a pesar del récord, fue peor que el del canadiense Alex Baumann, que ganó la medalla de oro en Los Ángeles con 4.17.41. Berndt, de 21 años, se quejó de que los últimos 100 metros los recorrió en solitario. "De haber tenido mayor competencia, hubiera podido rebajar aún más mi marca". Las realizadas por los restantes finalistas de ayer quedaron muy lejos del podio olímpico, al que en esta prueba no subió ningún nadador estadounidense.
Una medalla de oro devaluada
La prueba que sí devaluó la medalla olímpica de oro fue la de los 200 metros braza femeninos. Tanto Larisa Belokon (URSS), 20 años, como Silvia Gerasch (RDA), 15 años, hubieran triunfado en Los Ángeles a tenor de los tiempos realizados ayer, 2.29.13 y 2.29.62, respectivamente. La canadiense Anne Ottenbrite fue campeona olímpica con 2.30.38. La gran pugna que mantuvieron Belokon y Gerasch no pudo llevarlas hasta el récord mundial, 2.28.36, que tiene la soviética Kachushite desde 1979.En la otra Final femenina de la jornada de ayer, los 200 metros libres, defraudó Kristin Otto (RDA), que viene de ganar cinco medallas de oro en los campeonatos nacionales de su país. Por la marca con la que ganó, 1.59.48, no demostró ser mejor que la campeona olímpica, Mary Waytje (Estados Unidos), que en Los Angeles venció con 1.59.23. Otto hubiera logrado la medalla de plata y su compatriota Birgit Meineke, otra de las mejores representantes de la natación mundial, ni siquiera hubiese tenido acceso al podio. La natación soviética tuvo en esta prueba la compensación de rebajar su récord nacional hasta 2.00.47, con el tercer puesto de Svetlana Koptschikova. En Íos Juegos Olímpicos, las tres primeras clasificadas, dos estadounidenses y una holandesa, bajaron de los dos minutos en la final.
Debú de Salnikov
Vladimir Salnikov, una de las estrellas de Amstad-84, debutó ayer. Lo hizo en los relevos 4X200 libres masculinos. En esta prueba sólo hubo cuatro equipos participantes: República Democrática Alemana, Unión Soviética, Checoslovaquia y Bulgaria. Los dos primeros únicamente mejoraron la marca que al Reino Unido le valió la medalla de bronce en Los Ángeles. La RDA ganó con 7.20.78 y la URSS fue segunda con 7.22.31. Estados Unidos y la República Federal de Alemania nadaron en los Juegos Olímpicos en cinco y siete segundos menos respectivamente.Ayer hubo otra final más, la masculina de 100 metros mariposa. Ganó el soviético Alexei Markovski, 27 años, pero, pese a rebajar el récord nacional, sus 54.26 no equivalieron a ninguna medalla olímpica.
Una de las características de Amistad-84 es que los deportes que se desarrollan no tienen una valoración apriorística. La expectación se centra en el que tenga mayor nivel de marcas, sin tener en cuenta que sea o no minoritario. La cultura deportiva es muy diferente a la occidental. El deporte no se considera espectáculo. Y la pasión está bajo control. El deporte parece haber sido creado para practicarlo, no para presenciarlo. De ahí que el 30% de los soviéticos, casi la totalidad de la población juvenil, haga deporte en alguna de las 700.000 instalaciones existentes.
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