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Las divergencias entre países ricos y pobres ponen en peligro los resultados de la IV conferencia de la ONUDI

A pocas horas de su clausura, y tras dieciseis días de negociaciones, continúa el enfrentamiento entre países industrializados y en vías de desarrollo en la IV conferencia general de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). Las importantes divergencias que se están haciendo patentes en los debates pueden poner en peligro, incluso, la consecución de un acuerdo final entre los 132 países reunidos en la capital austríaca.

Los delegados de las naciones participantes, congregados en Viena desde el pasado día 2 de agosto, no han logrado todavía ponerse de acuerdo sobre la declaración preliminar de las resoluciones de esta conferencia, ni sobre otra de las cuestiones espinosas que se discuten, como es la fórmula de financiación de los proyectos de desarrollo para los países menos favorecidos. Tras la ruptura de las negociaciones que se produjo en la noche del pasado viernes, propiciada por el denominado "Grupo de los 77", se reiniciaron las consultas ayer por la mañana. Las principales puntos de divergencia residen en el análisis de la situación económica mundial, el problema del endeudamiento, los mecanismos de financiación y el derivado de la creciente oleada de proteccionismo que están poniendo en práctica numerosos países. Asimismo, continúa aún en suspenso la cuestión relativa a la financiación de las actividades de la propia ONUDI.Ayer, en los pasillos de la conferencia nadie sabía con certeza cuán(lo se podría celebrar la asamblea plenaria final, aunque se descartaba -prácticamente una prolongación durante la próxima semana. Un portavoz llegó a afirmar, incluso, que "pase lo que pase, terminareinos el lunes". Tras las reuniones mantenidas por los comités de redacción de las resoluciones finales, y el grupo que negocia el preámbulo de las mismas, donde se contienen los párrafos más controvertidos del documento, las posiciones que mantienen los países industrializa dos por un lado, y las de los países del Tercer Mundo y del área socialista, por otro, parecen insalvables por el momento.

Hasta ahora, los países industrializados se han opuesto tajantemente a suministrar ayudas adicionales a las ya conocidas. De las once re soluciones previstas en la agenda, sólo se ha llegado por el momento a acuerdos de principio en cuatro de ellas, que se refireren a tecnogía, energía, recursos humanos para la 'industrialización y la coordinación de ésta por parte de la ONUDI.

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