La Iglesia católica y el presupuesto nacional
En EL PAIS del día 1 de agosto de 1984 se publicó un informe muy detallado de lo que cuesta al pueblo español la Iglesia católica. Su contenido no me asusta, pero sí que seamos todos los españoles los que pagamos esto, ya que lógicamente deben pagar aquellos que lo utilizan.En España tenemos una Constitución que considera a todos los españoles con iguales derechos, y en este caso aquellos que practiquen otra religión, y no la católica, tendrán derecho también a que el Estado la subvencione, ya que lo contrario sería anticonstitucional, y no hace mucho, cuando se discutió el divorcio, un sector católico lo declaró anticonstitucional.
También leo en este artículo que la Iglesia católica no paga impuestos al Estado por ningún concepto, ni cuando adquiere propiedades ni cuando hace operaciones económicas (esto también se puede considerar anticonstitucional, pues si son españoles deben ser tratados igual, y por tanto sujetos a impuestos).
Viví en distintos países de América donde la religión se respeta más que en España, pero cuando hacen uso de ella pagan sus importes. Cuando nuestra guerra, yo vi una noche que una iglesia estaba ardiendo y rápidamente acudí a tratar de apagarla, pues creí siempre que los creyentes tenían el derecho al respeto y, por tanto, a sus lugares de practicar su rito. Este acto mío me libró de algunos castigos por mis creencias políticas, que considero tan respetables como las religiosas.
No sé si este artículo que publica EL PAIS será perjudicial para la economía católica, pero sí que muchos creyentes no estarán de acuerdo con su publicidad, pero en una democracia debe de haber claridad y los gastos del Estado deben hacerse públicos con todas sus consecuencias.
Pido total respeto a toda religión, y por tanto a la católica, pero mientras no les mande trabajar creo no tengo el deber de pagarles.
Todo sacerdote a quien yo haga trabajar debe estar seguro que le pagaré cuanto sea justo.-
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