La reconversión industrial le costará al Estado un billón de pesetas, y algo, más de 300.000 millones al sector privado
Los cabos sueltos de que depende la participación de la banca en la reconversión industrial serán atados antes de que termine septiembre, según anunció ayer en Santander el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Julián García Vargas. En cualquier caso, la Administración espera que las aportaciones privadas cubran sólo una tercera parte de los recursos necesarios en el trienio 1984-1986, superiores al billón de pesetas. A esta cifra hay que sumar los 240.000 millones ya empleados desde 1981, de los que más de la mitad fueron públicos. Es decir, que el billón de pesetas estimado oficialmente hace algunos meses no será al coste total, sino el sufragado por el Estado y sus empresas.
Los sindicatos mayoritarios, por boca de Julián Ariza (CC OO) y José Luis Corcuera (UGT), se mosatraron ayer en sus intervenciones incompatibles ante los proyectos gubernamentales de reconversión industrial.Las distintas posiciones ante los recientes acuerdos que han cerrado los conflictos de Aceriales (Aceros Especiales) y Sagunto (Altos Hornos del Mediterráneo) resumieron todo el debate sindical de ayer en el curso que sobre este tema se está celebrando en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Corcuera señaló que la solución dada a Aceriales es mejor, a lo que Ariza replicó que en Sagunto no hay despidos. El dirigente de UGT mantuvo que las políticas contra la reconversión van contra el empleo y defendió la ley como la mejor de las promulgadas hasta ahora, "pues no llega al despido y proporciona a. los afectados garantías que deberían ser logradas para todos los trabajadores". Ariza afirmó que no existe reindustrialización ni recoversión, sino reestructuración de empresas y sectores casi salvaje, en favor de los intereses privados y de políticas estabilizadoras y señaló que la política de su sindicato es incompatible con la llevada a cabo hasta ahora por el Gobierno.
En su intervención, el presidente del ICO afirmó que desde 1981 la reconversión ha costado algo más de 240.000 millones de pesetas entre créditos y avales, que encuentran grandes dificultades de cobro. Tras advertir que se trata de estimaciones de la Secretaría de Estado de Economía y Planificación, desglosó los 800.000 millones de pesetas de dinero público que se emplearán en el trienio 1984-1986: 120.000 en subvenciones presupuestarias, 240.000 en créditos y avales, otros 35.000 para zonas de urgente reindustrialización (que pueden convertirse en 75.000 millones con el añadido de subvenciones ), 160.000 millones de reposición de pérdidas por parte del INI, otros 130.000 en ampliaciones de capital a cargo del mismo holding y 120.000 millones en créditos y avales aportados también por éste.
Créditos participativos
Sin embargo, el presidente del ICO señaló que lo peor ya ha pasado y que ha empezado a cambiar la actitud de varios bancos grandes. Pero también subrayó que los créditos participativos, que constituyen la mayor novedad de esta tercera ola reconversora, van a encontrarse con dificultades, ya que algunas entidades de crédito pueden intentar no suscribirlos.El presidente del ICO reconoció que los bancos, que participarán también en la refinanciación de los citados créditos y avales estatales, preferirán las cédulas B del ICO (destinadas a captar posibles recursos públicos) e incluso las cédulas de inversión actuales (fuente tradicional de financiación para el crédito oficial), pese a que su remuneración ha estado en el 7,25%.
Así, la salida que se perfila busca ofrecer menor rentabilidad a las cédulas B que a los créditos participativos, que integrarán en conjunto el nuevo coeficiente bancario de capital riesgo. Al mismo tiempo, serán subvencionados los créditos en sus primeros años, hasta que las empresas que los reciban estén en condiciones de pagar intereses próximos a los de mercado. De todas formas, precisó, que el Banco de Crédito Industrial correrá el riesgo de hacerse, por esta vía, con la mayoría de la única sociedad privada -Altos Hornos de Vizcaya (AHV)- de las tres siderúrgicas integrales. Matizó, sin embargo, que "me voy a resistir a toda acción que signifique asumir la propiedad".
Las últimas estimaciones señalan que, hasta 1987, AHV recibirá 117.000 millones de pesetas, dentro. de la concentración del 77% de los recursos públicos en cinco sectores: 400.000 millones para la siderurgia integral; 200.000 millones para la construcción naval; 80.000 millones, a partes iguales, para los sectores de aceros especiales y de electrodomésticos de línea blanca, y 20.000 millones para fertilizantes. Según estas cifras, frente a lo que se pretende hacer creer, la mayor parte de las ayudas irán destinadas a reconvertir industrias del sector privado.
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