_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Arriba y abajo

La semana quedó dividida en dos partes completamente diferenciadas entre sí por la aparición, tras una primera sesión claramente alcista, de importantes partidas vendedoras que buscaban la realización de los beneficios obtenidos.El lunes, los más optimistas del lugar quedaron asombrados ante la avalancha de dinero, que volvía a disparar los precios y los situaba en sus cotas máximas anuales, al igual que sucedió con los índices generales de los cuatro mercados. En los corros eléctricos, la demanda llevó a algunos valores a cotizar al cambio límite, y en algunas ocasiones hasta se llegó a sobrepasar el 5% de variación máxima autorizado. Tan sólo un pequeño detalle revelaba en el mercado madrileño que la tendencia estaba a punto de agotarse, y fue la facilidad con que en el corro de Iberduero se cumplimentaron t odas las órdenes Compradoras al precio límite. Se había tocado techo y llegaba la hora de las realizaciones.

Las dos primeras sesiones vendedoras se recibieron con naturalidad en los parqués, ya que formaban parte de la lógica del proceso; incluso se apreció que el dinero seguía afluyendo y absorbía con facilidad todo el papel que aparecía en los corros. Las sesiones siguientes demostraron que se había calculado mal la capacidad de asimilación del mercado, y el papel empezó a resultar excesivo, provocando bajas importantes en las cotizaciones.

La aparición de algunas partidas importantes, al parecer con su punto de origen fuera de nuestras fronteras, sirvió para reflexionar sobre lo excesivo de las subidas anteriores, viendo la facilidad con que empezaban a caer los precios. Los valores bancarios incluso pisaron el acelerador, forzando algo las bajas, siendo éste, al parece!, el primer método disuasorio que encontraron a mano. La supremacía de las órdenes de venta venía a turbar la placidez con que el sector había estado remontando posiciones y que le había servido para recuperar los dividendos pagados.

Lo más selecto de los valores industriales también se vio envuelto en el proceso realizador, del que no conseguía salvarse apenas ninguno. Entre las excepciones hay que contar con Explosivos, que, a pesar de haber recibido algunos tanteos, cierra la semana con una mejora de cuatro enteros. La demanda de este valor ha sido muy fuerte en sesiones anteriores, y parece resistirse a perder el privilegiado puesto que ha conquistado.

La calma empezaba a imperar al cierre de la última sesión, quedando el mercado sin posturas definidas, con escaso dinero y la sospecha de que tal vez en la próxima semana haya que comprar más caro lo que se vendió con algunas prisas. Los valores eléctricos apenas han perdido posiciones a lo largo de este ciclo, y hay casos como el de Cantábrico, que cierra con una mejora de 17 enteros en el mercado catalán y 11 en el madrileño.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_