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El ahorro no fue el impulsor del crecimiento en los últimos 12 años en la economía española

Andreu Missé

Las políticas de fomentar el ahorro y "apretarse el cinturón" cómo instrumentos para salir de la crisis no funcionan, según las conclusiones del trabajo elaborado por los profesores de Estructura Económica Antoni Garrido, Esteve Sanroma y Joan Trullen que mereció el primer premio Antoni Pugés convocado por el Centre d' Estudis de Planificació (CEP).

La principal conclusión del trabajo de Garrido, Sanroma y Trillen señala que desde 1971 a 1983 la dirección que toma cada año el ahorro en la economía española es la misma que la registró la renta en el año precedente.En términos más precisos se afirma que "desde 1971 las aceleraciones del ahorro tienen la misma dirección que las aceleraciones de la renta en el año anterior".

Antonio Garrido, Esteve Sanroma y Joan Trullen consideran que un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) provocará en el futuro una expansión del ahorro y concluyen que "no se trata pues de fomentar el ahorro sino de estimular el crecimiento".

En cierto sentido esta conclusión contradice las teorías clásicas que mantienen que para salir de la crisis hay que fomentar el ahorro para liberar recursos que permitan nuevas inversiones que a su vez generen crecimiento.

Por el contrario, según los autores, no hay que preocuparse porel ahorro sino que hay que fomentar directamente el crecimiento económico.

El aval de Keynes

Para los autores esta dependencia del ahorro respecto de la renta avala para el caso español las tesis keynesianas. "No se trata de ahorrar para suministrar fondos a la inversión y que ésta anime el crecimiento. Se trata, por el contrario, de estimular la demanda efectiva para que así crezca, vía multiplicador, la producción y la renta, y de esta forma, se recupere el ahorro"Una segunda conclusión -ligada a la anterior pero que no se deriva de ella- es la de que la economía tiene que crecer como mínimo un 3% para que se genere ahorro.

Es decir, es preciso un crecimiento del Producto Interior Bruto en términos reales superior al 3% para generar ahorro. Para crecimientos inferiores al 3% se registra una caída del ahorro en términos reales.

"Por lo tanto", señalan los ganadores del premio Antoni Pugés, "no parece que tenga sentido plantear estrategias de recuperación del ahorro que no vayan precedidas de crecimientos substanciales del producto".

Otra conclusión significativa es la que afirma que "la reducción de costes salariales, aunque posibilita la recuperación del excedente bruto de explotación, no garantiza la recuperación del ahorro empresarial -como sucedió en 1980 y 1981 - debido a la rápida expansión de los costes financieros"

El pago de intereses

Según las observaciones realizadas en el trabajo premiado por el Centre d'Estudis de Planificació, el sistema financiero ha absorbido la totalidad del excedente generado por la política de contención de salarios.Así se señala que en 1973 las empresas no financieras destinaban al pago de intereses netos el 2,5% de su valor añadido. En la actualidad dicha cifra supera el 6%. Mientras que han comprobado que en el mismo período citado el peso de la remuneración de los asalariados de estas empresas respecto a su valor añadido, pasa del 50,3% al 48,3%.

"Por lo tanto" señalan "el sistema financiero ha percibido porcentajes de renta superiores incluso a los liberados por la política de moderación salarial. De esta forma, podemos concluir que la disminución relativa de los costes salariales no garantiza la recuperación del ahorro empresarial".

También es significativo el hecho de que los tres autores del estudio en cuestión no hayan encontrado relación alguna entre el nivel de ahorro y los tipos de interés.

Interrogantes varios

Con ello se plantean serios interrogantes sobre la validez de una de las principales ideas que han animado toda la reforma del sistema financiero español, según la cual una mayor liberalización y transparencia de los mercados financieros ha de provocar inexorablemente un aumento de los tipos de interés que fomentará el ahorro.Según el estudio, los resultados de la regresión efectuada para el período 1967-1981, entre el Ahorro Nacional Bruto, (medido en pesetas constantes de 1970) y el tipo de interés real de mercado, (obtenido utilizando la metodología existente en el Banco de España) demuestran que no hay ninguna relación clara entre ambas variables. (ahorro y tipo de interés real).

El trabajo realizado por los tres profesores de Estructura Económica añade que "en conclusión, la evidencia empírica demuestra que los movimientos en el tipo de interés no influyen sobre el volumen y el nivel general de ahorro de la economía española".

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