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Juegos de la 23ª Olimpiada de la era moderna

Mujer contra hombre.

El triunfo de la norteamericana Joan Benoit en la primera maratón olímpica femenina abrió de nuevo la polémica en torno a a rivalidad deportiva hombre-mujer. Muchos corredores de fondo habrían perdido ante Benoit si las reglas olímpicas permitieran la competición conjunta. Pero existen muchos peros a esta cuestión. Por ejemplo, Sean Howe, uno de los entrenadores del equipo femenino norteamericano, afirma que las mejores atletas femeninas podrán ganar en el futuro a la gran masa de atletas masculinos, "aunque no a los superdotados. En este sentido, Joan hubiera ganado a muchos hombres, pero nunca a Alberto Salazar". La doctora Liza Dunne, especialista olímpica en medicina deportiva, comenta que "millones de mujeres teóricamente superdotadas para el deporte, ni se plantean su práctica porque el grueso músculo y la presencia atlética no son femeninos". Según un reciente estudio de la Ball University, en la carrera de 800 metros lisos, la distancia entre las marcas masculina y femenina se ha reducido del 22 al 9% en menos de 50 años; en las pruebas de natación de 200 espaldas, del 11 al 5%. "El hombre", afirma el doctor Harmon Brown, de dicha universidad, "posee músculos superiores y el volumen de su corazón y pulmones es un 10% mayor".

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