El cierre más brillante

La evolución de los mercados de valores durante esta semana ha sido tan brillante que no se merecían menos de lo que al final obtuvieron. La sesión de cierre resultó la mejor de todas y los índices dieron un salto espectacular, al subir desde el 2,05 de Barcelona hasta el 3,30 de Valencia.Generalmente es fácil encontrar justificaciones para las oscilaciones del mercado, pero en esta ocasión todo parece responder a una mejora general de la situación económica. Las bajas de los tipos de interés, el incremento del volumen de divisas, las expectativas de crecimiento para los próximos años y la posibilidad de que finalmente se logre un pacto social son algunas de las causas que se barajan. Pero tampoco conviene olvidar que nuestros mercados de valores en ocasiones encuentran mucho más entretenido mirar hacia dentro.

Los sectores que han venido soportando todo el peso de la actual tendencia al alza han sido el eléctrico y el bancario, por lo que hay que concederle un lugar principal a la situación particular de estos dos grupos dentro del microcosmos bursátil. La baja en los tipos de interés situaba la rentabilidad de los valores eléctricos en unos niveles excesivamente altos, por lo que era fácil suponer que tuviese lugar un incremento en la demanda de estos títulos. Así fue, pero al mismo tiempo se empezaban a cotizar los beneficios extras que algunas empresas del sector podían obtener en caso de aprobarse una nueva fórmula para que las compañías valorasen la energía que se intercambian entre ellas. Y en este punto es donde entra en juego la inversión a corto y medio plazo. Son pocas las empresas que están en situación ventajosa ante la nueva reordenación del sector, y a ellas; se dirige el dinero.

Ayer, en el mercado madrileño, casi todos los valores del grupo se fueron a los precios límites ante la fuerte demanda que se registró. El índice sectorial tuvo un alza de 7,70 puntos y se sitúa por encima del 160%. La euforia es contagiosa, y gracias a ello los sectores industriales, casi olvidados días atrás, lograron cerrar la semana con unos beneficios sustanciosos, a pesar de que algunos valores destacados tuvieran un tropiezo, corno fue el caso de El Águila, que en las dos últimas sesiones ha perdido 12 enteros.

El sector bancario, incluso habiendo recuperado con creces los dividendos pagados en esta semana, quedó un tanto desdibujado ante el festival eléctrico. No obstante, la caja de los siete grandes registró un ligero aumento gracias al saldo particular del Banco Popular, que casi representaba la mitad del total del grupo. Ocho enteros se anotó este valor y seis el Vizcaya, que termina la semana con un beneficio de 25 enteros. El Guipuzcoano pagó un dividendo complementario de 31,59 pesetas que descontó prácticamente íntegro, siguiendo la pauta marcada días antes por sus hermanos mayores.

Es de suponer que este fin de semana, una vez calmados los nervios, se replanteen algunas posturas y para la semana próxima pueden hacer acto de presencia los primeros intentos de realizar beneficios. Algunos operadores coinciden en esta opinión, pero no están demasiado convencidos de que, de producirse, tenga mayor alcance. Los objetivos se han fijado en esta ocasión a medio plazo, y de momento serán los valores industriales, y tal vez los bancarios, los destinados a proporcionar los primeros beneficios.