Con Rumania llegó la apoteosis de la gimnasia femenina
ENVIADO ESPECIAL, Rumanía fue el único país del área soviética que no se adhirió al boicoteo y promete la apoteosis en gimnasia. En la madrugada del lunes en España comenzó la competición femenina por equipos. Hoy serán los ejercicios libres en la final por equipos (TVE-1 de 19.00 horas a 21.45 horas). En la primera jornada, durante los ejercicios obligatorios, Ecaterina Szabo asombró con un 10. Nadia Comaneci, la mujer que logró por vez primera la más alta puntuación, estaba en la grada. El equipo español afronta la final de hoy desde el último lugar.
La medalla de oro quedará esta madrugada en poder de Rumania o de Estados Unidos; la de bronce quedará para China. Para el público estadounidense, gane quien gane, la medalla se quedará en casa. Porque Rumanía es como el segundo equipo de EE UU. Allí donde va es bien recibido; la intensidad de las ovaciones es la misma que las de los equipos norteamericanos. Se admira a sus deportistas y encima, si dan espectáculo, mejor.Las 10.800 personas que caben en el Pauley Pavilion de la UCLA recibieron, puestas en pie, clamorosamente a las gimnastas rumanas. Más tarde, obligaron a saludar por dos veces y por el espacio de un minuto a Ecaterine Szabo, tras el 10 que consiguió en la prueba de suelo. Las rumanas son las únicas que pueden arrebatar la victoria a Estados Unidos. Pero parece no importar.
En la primera jornada, Rumanía sumó 196,15 puntos por 195,70 de Estados Unidos. Fue superior en caballo, barras y suelo; en el potro logró mayor puntación Estados Unidos porque falló Szabo. Individualmente, las rumanas Szabo (17 años) y Lavinia Agache (18) suman 39,55 puntos; las norteamericanas Mary Lou Retton (16) y Julianne McNamara (19), 39,50 y 39,45, respectivamente.
Por ejercicios, la clasificación fue la siguiente: Caballo. Chen (China), Zhou (China), Agache (Rumanía), Szabo (Rumanía) y Retton (EE UU), 9,90; 31, Marta Artigas, 9,60. Barras asimétricas. Ma (China), Szabo (Rumanía) y McNamara (EE UU), 9,90; 22, Laura Muñoz, 9,35. Potro. Agache (Rumanía), Johnson (EE UU), McNamara (EE UU) y Reton (EE UU), 9,85; 36, Laura Muñoz, 9,20. Suelo. Szabo (Rumanía), 10; Agache (Rumanía) y Retton, (EE UU), 9,95; 16, Laura Muñoz, 9,70.,
El primer 10
Todas ellas tienen el 10 a su alcance. Pero sólo una lo consiguió, la rumana Szabo. Fue el sexto en su historial deportivo. Fue merecido porque es capaz de congelar el tiempo en las barras asimétricas, de desafiar la gravedad en el suelo, de formar una rueda armoniosa en el potro y de permanecer en el aire más tiempo que nadie en el caballo. Es, simplemente, una gimnasta rumana, pero la mejor.
En esta competición participa el equipo español. Pero como si no. Hacen lo mismo que todas las gimnastas, pero no resulta igual. Y eso si no se caen. Verlas a ellas y después a las rumanas es ver otra gimnasia. Las rumanas, estadounidenses y alguna china sí hacen de la gimnasia un deporte olímpico. Las españolas lo convierten en doméstico. De ellas, la que mejor puntuación lleva es Laura Muñoz, a la que se la llamó la reina de Casablanca. En Los Ángeles, faltando la mayoría de las gimnastas de la Europa del Este, va en el puesto 24. Donde menos desentonó fue en los ejercicios de suelo. Consiguió la 16ª mejor puntuación.
