Interpretar las encuestas

En EL PAÍS del 19 de julio se publica un comentario bajo el título "Los trabajadores del sector falsean sus respuestas en una encuesta oficial ante el temor al despido" y subtítulo "La eventualidad y, la falta de formación, causas del índice de siniestros en la construcción", comentario en el que son interpretados los resultados de una encuesta de opinión realizada por un equipo del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, dentro de la amplia campaña que sobre seguridad e higiene en la construcción se realiza en la actualidad. Resulta inconcebible e impropio que un periódico de la categoría de EL PAÍS pueda destacar como verdadero de la encuesta lo que daña la imagen de las empresas constructoras y, por el contrario, atribuya lo que les es beneficioso -"más de la mitad de los encuestados consideran que el estado de las obras es bueno o muy bueno", por ejemplo- a impresiones totalmente subjetivas de los encuestadores, como son el miedo del personal encuestado al despido, temor a declarar el accidente, etcétera. Una encuesta de opinión o tiene que ser aceptada en su totalidad porque ha sido realizada en buena o debida forma o tiene que ser rechazada en su totalidad porque los encuestados están sometidos a presiones extrañas y deformadoras de sus declaraciones. No cabe, por simple rigor científico, apropiarse de lo que conviene a los propósitos del articulista o a los autores o a los mentores de la encuesta y desechar lo que no conviene a sus fines.- Presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción de Madrid (Aecom).