La comisión de transferencias al País Vasco se reúne hoy en un clima de discrepancias por el cupo
La Comisión Mixta de Transferencias al País Vasco se reúne hoy en Madrid condicionada por las discrepancias entre el Gobierno central y el Ejecutivo autónomo en la negociación del cupo que la comunidad debe pagar al Estado para sufragar en parte sus cargas generales y los servicios que presta en ese territorio, como señala la ley del Concierto Económico.
La postura del Gobierno central al considerar determinadas transferencias como cargas generales del Estado -lo que aumentaría el cupo- ha molestado al Ejecutivo de Vitoria, que ve peligrar su capacidad de gasto para desarrollar las competencias.Las próximas transferencias que el Gobierno central está dispuesto a realizar al Gobierno vasco, valoradas en más de 45.000 millones de pesetas, serán rechazadas probablemente por el Ejecutivo de Vitoria.
Tras los intentos negociadores mantenidos durante todo el mes de julio entre los representantes de los dos Gobiernos, todo parecía indicar que finalizaba el curso político con un avance en las transferencias que el Estado debe asignar a la comunidad autónoma del País Vasco.
Sin embargo, la negociación del cupo económico, que se reanudó en una sesión celebrada el pasado jueves en Madrid, ha vuelto a tensar la cuerda del diálogo entre el Gobierno central y el Gobierno vasco.
La Administración central, según fuentes nacionalistas vascas, insinuó su intención de decidir unilateralmente la financiación presupuestaria en los capítulos de inversiones nuevas o subvenciones de municipios, a fin de controlar el gasto de la Hacienda vasca en esas competencias.
Plena capacidad
Los representantes vascos sostuvieron que, según prevé la ley de Concierto Económico de 1981, la Hacienda autónoma tiene derecho a contar con plena capacidad de decisión para fijar las partidas presupuestarias en todas las materias que les hayan sido transferidas, derecho que creen negado por la Administración central.Por su parte, la Delegación del Gobierno en el País Vasco prefirió no hacer públicas sus posturas, para no enrarecer más el clima previo a la reunión de hoy, según indicaron fuentes de ese organismo gubernamental.
Así las cosas, en vísperas de la etapa estival política, el bloqueo en el diálogo ha vuelto a saltar a la palestra. Si capítulos tan importantes como las inversiones nuevas (transferidas a través del Fondo de Compensación Interterritorial) o financiación de municipios no figuran en la valoración de las transferencias, aumentaría la cantidad de cupo que la Hacienda vasca debe pagar al Estado como aportación a las cargas generales que no asume la comunidad. No obstante, hasta ahora no han sido ofrecidas cifras concretas de la discrepancia.
Carlos Garaikoetxea, presidente del Gobierno vasco, calificó la postura del Gobierno central como "marcha atrás" y "oscuro presagio", al alimón con las críticas formuladas por el vicepresidente del Gabinete autónomo, Mario Fernández, al Gobierno central, al poner en duda su voluntad negociadora.
Ambas declaraciones son claro indicador del espíritu que presidirá hoy, en Madrid, la Comisión Mixta de Transferencias.
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