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Reportaje:El éxodo de las vaciones

Millón y medio de coches en las carreteras del Sur

Las mayores aglomeraciones se producirán en la Costa del Sol y en Levante, donde se tomarán medidas excepcionales

Ha sido pura coincidencia, pero es un hecho. Desde que la Administración invitó al millón y medio de funcionarios a que tomaran sus vacaciones en agosto, todo el mundo, excepto los responsables de Tráfico, conmina a que se tomen las vacaciones en ese mes.Los intentos del sector de hostelería por diversificar la oferta en otros meses que no sean los del verano fracasan. Lo único que alcanza el veraneante español a modificar es su horario de salida a la carretera. Las autonomías han contribuido a ello al trastocar el calendario de festividades.

Este año, los más favorecidos van a ser los vascos, los únicos que disponen en su estatuto autonómico de competencias para regular el tráfico. El último día de julio, cuando en otras comunidades todavía están preparando las maletas, la conmemoración de san Ignacio les permite sumar un día más al cómputo de sus vacaciones, que se inician con un largo puente a partir de la tarde del día 27.

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La circunstancia es de agradecer por la Ertzaina, que ha sustituido a la Guardia Civil en la dirección del tráfico por las carreteras de Euskadi, donde se acumulan las caravanas emigrantes de los 50.000 coches marroquíes y 30.000 portugueses en tránsito a sus respectivos países. Este tráfico se canaliza en un 80% por la autopista Behobia-Bilbao-Burgos, y el resto transcurre por la N-I, cuyo único escollo se encuentra en el tramo de Tolosa a Idiazábal, donde se están realizando obras. Los veraneantes locales no se sorprenderán por los atascos de la N-634, la carretera que perfila toda la costa vasca hacia Santander. Serán los mismos que padecen cualquier fin de semana con buen tiempo. De todas maneras, la Ertzaina velará por su seguridad con todos sus números disponibles, más los refuerzos de los nuevos incorporados al cuerpo. A los potenciales usuarios de la autopista vascoa-ragonesa o de la de Bilbao-Burgos se les aconseja que efectúen previamente el pago del peaje para evitar los embudos que se forman en las estaciones.

Los emigrantes en tránsito disponen desde el 22 de junio hasta el 6 de agosto de varios puntos de información, asistencia sanitaria y social y áreas de descanso, lo que les supone una doble protección: contra los salteadores españoles, excesivamente frecuentes en los últimos años, y contra el cansancio provocado por la conducción ininterrumpida a lo largo de miles de kilómetros. En el itinerario hacia Portugal, estas áreas están ubicadas en el kilómetro 7,500 de la A-8; en el kilómetro 36 de la A-1; en Briviesca, y en los kilómetros 58,8 (Torquemada-Palencia) y 154 ("El Pinarillo", Tordesillas-Valladolid), de la carretera N-620. Los marroquíes cuentan con los dos primeros, más las áreas de La Cabrera, en el kilómetro 58,500 de la N-I, cerca de Madrid; en el kilómetro 222 de la N-IV (Valdepeñas) y en el 376,500 (Córdoba), donde pueden adquirir billetes de embarque para atravesar el Estrecho y Algeciras. Marroquíes y portugueses disponen también de emisiones informativas en sus respectivos idiomas, transmitidas por Radiocadena Española.

El grueso de las movilizaciones nacionales se dirige preferentemente hacia las costas mediterráneas. Salvo lo apuntado en el recuadro, el norte mediterráneo no ofrece circunstancias anómalas comparadas con ediciones anteriores. Un poco más abajo, en la llamada costa de Madrid, donde se concentra la mayoría de los veraneantes mesetarios, las aglomeraciones provocan cambios sustanciales en la conducción del tráfico. Las autoridades de Valencia se las ven mal para ordenar el calvario que envuelve a la única ciudad europea cuyas autopistas conducen al casco urbano. Valencia no dispone de carretera de circunvalación para desviar el tráfico que desde el Norte y el Oeste tiene como punto de destino las costas del Sur. Los propios valencianos lo tienen difícil. Muchos de ellos, hartos de mar, eligen las montañas de Teruel como segunda residencia. En este caso se encuentran las mismas incomodidades de cada fin de semana: la travesía entre los kilómetros 18,500 y 22,300 de la N-340 hasta la confluencia de la N-234 la efectuarán a duras penas, salvo cuando la Guardia Civil les dé ventaja sobre quienes pretenden cruzarse en su camino. Los madrileños y quienes se aproximen por la N-III sin haber sido persuadidos de utilizar los desvíos desde Chiva por la C-3322 y la N-332, o Albacete-Almansa-Fuente La Higuera- C-320-Onteniente-Gandía, se encontrarán a la altura de Buñol, a 61 kilómetros de Valencia, con dos carriles en esa dirección. Tendrán que darse prisa a no esperar a la tarde, porque en ese caso el doble carril se lo encontrarán de frente, en favor de los valencianos que abandonan su ciudad. Una vez en Valencia, la Guardia Civil tratará de hacer paquetes de 500 vehículos para dirigirlos sin grandes interrupciones por carreteras secundarias hacia Gandía y Oliva, por el Sur.

En la misma carretera que conduce a Alicante, la N-332, se habilitarán a lo largo de los siete primeros kilómetros dos carriles o más en aquella dirección, que se convertirán en reversibles cuando la tarde del día 1 de agosto esté avanzada. El grueso de los valencianos que cada fin de semana optan por las playas de Cullera encontrarán una dirección única desde que abandonan la autopista hasta el parador Luis Vives. Por la tarde, la única dirección les conducirá al punto de partida.

Mucho más al Sur, las carreteras ofrecen un panorama excelente, pegadas como están al litoral. Excelentes paisajes y excelentes complicaciones. Una se acaba de eludir al quedar abierto en dos vías nuevas el célebre paso de Despeñaperros, que ahorrará en la presente ocasión más de dos horas de camino. Una vez llegados a Andalucía, el puerto de Las Pedrizas (o cruce de la N-321 con la N-331), donde confluyen las carreretas de Granada y Córdoba en su trayecto común por la N-321 hacia Málaga, se presenta como el primer gran embudo de la Costa del Sol. En caso de que la N-321 se vea insuficiente para absorber el tráfico, se desviará parte de éste por la C-340 o carretera de los Montes. Quienes procedan de Almería y circulen por la costera N-340 se encontrarán con los semáforos de las travesías de Cala del Moral y Rincón de la Victoria en posición ámbar.

De esta manera y con el auxilio de conos y la ayuda de las policías municipales de turno, a los automovilistas les resultará menos penoso el acceso al litoral sur de Málaga si lo hacen por la tarde. Los que hagan el trayecto inverso tendrán preferencia por la mañana. La zona occidental de Málaga tendrá su acceso exclusivamente por la ronda Oeste, que encauzará el caudal automovilístico por la N-340, donde no se permitirán los giros a la izquierda y los cruces estarán señalizados con semáforos en ámbar. La travesía de Torremolinos quedará corno dirección única hacia Cádiz por la mañana y viceversa por la tarde.

Galicia y la costa occidental de Andalucía no ofrecen caracteres que no sean comunes a los 318.000 kilómetros de toda la red nacional de carreteras en los próximos días.

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