Cristina Franco

Cristina Franco dice que no es la responsable del equipo médico que se ha desplazado hasta Los Angeles, aunque como tal la ha presentado el Comité Olímpico Español. Se excusa en que "hay otros médicos que también han viajado y tienen mucha más experiencia que yo en juegos olímpicos, puesto que, al fin y al cabo, yo debuto en Los Ángeles".Desde que obtuvo el título de medicina deportiva está en el departamento médico del Consejo Superior de Deportes. Allí realiza labores de seguimiento de cuantos deportistas lo solicitan. Esta circunstancia le ha permitido conocer a todos los deportistas españoles que se encuentran en Los Ángeles, a excepción de los componentes del equipo de hockey, ya que éstos realizaron los análisis en el instituto que hay en Barcelona. Admite que la medicina deportiva está muy poco avanzada en España: "Tenemos los medios, pero no la plena dedicación para desarrollarlos. Me da vergüenza pedir a algún compañero que me haga las sustituciones, porque le tendría que decir que iba a cobrar 30.000 pesetas al mes por seis horas de trabajo al día. Y cobra más en el paro. No podemos exigirnos ni exigir hacer labores de investigación para que la medicina deportiva se desarrolle. Tenemos que ir muy despacio, y por eso parece que no existe la especialización. médica en el deporte".

Largos preparativos

Cualquier persona amante del deporte, conocedora del gran esfuerzo y sacrificio que significa tener acceso a la competición olímpica, sabe que la preparación de un atleta es fruto de un largo estudio, en el que interviene decisivamente el control médico. Los trabajos de la doctora para los Juegos Olímpicos de Los Angeles comenzaron hace meses cuando envió una lista de medicamentos al comité organizador para tener la seguridad de que su ingestión no iba a ser considerada doping. La respuesta fue satisfactoria. Sólo se encontró con un problema, luego mínimo, cuando se enteró de que las gimnastas iban a portar unas vitaminas que no habían sido consultadas. Les son necesarias como aporte de energía, dado que su alimentación es muy escasa y sus defensas muy limitadas.

El despliegue que los norteamericanos han realizado en torno al control antidoping exige gran atención por parte de los médicos responsables de todas, las delegaciones. Recientemente, varios atletas -entre ellos un ciclista norteamericano y dos atletas yugoslavos- se han visto impedidos de competir en Los Ángeles, al dar positivo con los nuevos sistemas antidoping, ya aplicados en diversos paises. De ahí que Cristina Franco no quisiera pillarse los dedos.

El primer caso que preocupa a la doctora Franco no es el de un deportista: "Alfonso Tutor Larrea, periodista de El Correo Vasco, ha venido tras haber sufrido la semana pasada unos cólicos nefríticos. La lumbalgia de Fernando Martín, aunque me puede competer por mi especialidad, la lleva Cristóbal, ese que fue jugador del Madrid de baloncesto, que vino como médico y que lleva con la selección en Los Angeles, desde el primer día".

Una tortilla para González

Cristina Franco está casada con Jorge González Amo, atleta que fue olímpico en México-68, en 1.500 metros, y que ahora se dedica a las maratones populares. Él, y la propia relación que mantiene ella con el deporte, la llevó a comenzar a correr habitualmente y a inscribirse en las carreras populares, no sólo femeninas. Gracias a ello ha perdido peso y puede permitirse la satisfacción de que a sus 40 años recién cumplidos alguien la haya confundido ya en la villa olímpica con una deportista: "Al fin y al cabo yo hice natación en mi época juvenil. Y al hecho de haber corrido le debo ahora que a la gente la parezca que tengo la figura de entonces".

Sus virtudesno parecen acabar ahí. El atleta José Luis González le dijo que para ganar una medalla sería imprescindible que en cuanto llegara a la villa olímpica el próximo día 30 le hiciera una tortilla de patatas de las que ella sabe. Cristina Franco aceptó gustosa el compromiso. Al menos no parece difícil que pueda superar a la que le hizo Coloman Trabado a su companero González el año pasado, en Helsinki, durante los mundiales de atletismo.