Carlos CataIán: "Si tuviera miedo a ETA habría entrado por el aro y me quedaría preso"

Carlos Catalán Sánebez, el ex etarra acogido a las medidas de reinserción social que fue puesto en libertad el martes, manifestó tres horas antes de salir de la prisión que no tiene ningún miedo a las amenazas de ETA. "Salgo con la conciencia bien tranquila, no voy a ceder al chantaje de nadie, aunque me doy por enterado de las advertencias que la impotencia de la organización les ha hecho lanzar". Catalán agregó: "Si yo tuviera miedo, habría entrado por el aro y me quedaría preso; además, creo que a un hombre con miedo no le hace falta que le maten, porque ya es un hombre muerto". Asimismo, señaló que las amenazas de ETA significan que "el único sistema para mantener la militancia son las coacciones y las amenazas"; y añadió que piensa vivir en Pamplona, donde intentará ejercer su profesión de restaurador de obras de arte.

Carlos Catalán, de 35 años de edad, natural de Pamplona, casado y con dos hijos, ex miembro de ETA Militar, ha estado encarcelado seis años, condenado por colaboración con bandas armadas. últimamente ha sido uno de los principales impulsores dentro de las prisiones de esta vía de indulto particular. Las gestiones para lograr la concesión de su indulto las inició a principios del año 1983, por medio de ciertos dirigentes del PNV y avalado por una serie de intelectuales de Euskadi y Navarra, entre los que se encontraban escultores, escritores y arquitectos urbanistas, que dirigieron individualmente peticiones en este sentido al Ministerio de Justicia. Sin embargo, estas gestiones no ofrecieron resultados positivos, por lo que se integró en esta operación iniciada por el Defensor del Pueblo y los Gobiernos central y vasco.

Las condiciones han cambiado

El ex miembro de ETA quiso recalcar a lo largo de la entrevista concedida a EL PAIS que la operación de reinserción social de ex etarras no supone un arrepentimiento, al estilo de la ley italiana: "El hecho de entrar en esta operación no presupone delación, ni colaboración que pueda poner en peligro la vida o la libertad de los compañeros que están fuera". El único compromiso -según señaló Catalán- es no tener ninguna vinculación con organizaciones que utilicen la violencia como medio de acción política. Asimismo, señaló que el término arrepentido no es justo ni exacto. "Cuando yo entré en ETA (1976), las condiciones del país eran completamente distintas a las de hoy. Nosotros actuamos responsablemente y asumimos nuestra responsabilidad en unos actos que, equivocados o no, hicimos. Yo era honrado con mis convicciones y consecuente con las ideas de entonces. Dentro de esta misma coherencia personal, hoy hay que admitir que las condiciones han cambiado. No me arrepiento de nada, tengo una actitud nueva en función de una serie de circunstancias nuevas".Catalán ha expresado su profunda creencia en la operación de reinserción social de ex etarras, que puede contribuir -en su opinión- de manera importante a la pacificación de Euskadi, y mostró su esperanza en la voluntad política del PSOE. "Yo creo que el Gobierno socialista va a profundizar en la línea iniciada hasta ahora". "Hay muchos compañeros que están a la expectativa; para eso, el Gobierno debe creer firmemente en el sentido de la operación, que debe tener necesariamente una cierta continuidad", señaló Catalán.

En cuanto a la postura de Herri Batasuna ante la operación de indultos a ex etarras, Catalán la calificó de poco clara: "Así como en otros temas son absolutamente claros, en éste no se acaban de definir del todo". "A mí me da la sensación", señaló Catalán, "de que Herri Batasuna se está curando en salud, porque saben que quizá más adelante van a tener que pasar por un aro más estrecho que éste".

Carlos Catalán ensalzó el papel que, en esta operación, han tenido la oficina del Defensor del y el Gobierno vasco. "La oficina del Defensor del Pueblo cree firmemente en esta operación, a pesar del desgaste y del coste tremendo que eso supone".