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Reportaje:

El Estado carga con los frustrados sueños empresariales de la Comunidad Autónoma de Murcia

ENVIADO ESPECIALPromural, dedicada a la transformación de productos agrarios, fundamentalmente pimentón, tras haber perdido la práctica totalidad del dinero invertido (en torno a los 300 millones de pesetas), quedó reducida a sus instalaciones como laboratorio de investigación. En. cuanto a Muraqua, básicamente dedicada a la cría artificial del langostino y la dorada, tras el desastroso ejercicio financiero, quedó reducida a dos piscifactorías, cuyas instalaciones se intentan ahora aprovechar.

Las dos empresas, con capital de la comunidad autónoma y privado, así como de Endiasa en el caso de Promural, fueron impulsadas por el anterior presidente autonómico, el socialista Andrés Hernández Ros, quien dimitió de este cargo y del de secretario general del Partido Socialista de la Región de Murcia (PSRM-PSOE) a principios del pasado mes de marzo. La renuncia de Hernández Ros se produjo en medio de una gran crisis política cuyo detonante fue el presunto intento de soborno a dos periodistas del diario La Verdad, realizado por un miembro del partido con el concurso de dos policías.

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El deterioro de la imagen del Gobierno autónomo comenzó a producirse poco antes, a consecuencia de haber propuesto una subida de los sueldos en torno al 17% para los consejeros, a lo que se sumaba el hundimiento de los proyectos empresariales puestos en marcha por Hernández Ros.

El actual Gobierno autónomo murciano, presidido por Carlos Collado, intenta ahora llevar a cabo una política de austeridad económica en la que se enmarca la renuncia a la responsabilidad de estas empresas. "Dado el fatal resultado que las empresas supusieron para el tesoro de la Comunidad Autónoma", dice Carlos Collado, "hemos optado no tanto por una entrega a la Administración Central como hacer que ésta se implique en los proyectos para que garantice una gestión que esperamos sea mejor y suponga un menor coste para la Comunidad Autónoma".

Ello se hace sobre la base de considerar el fracaso como producto de "una cierta precipitación, un inadecuado estudio de las técnicas y una gestión poco afortunada", según el presidente, para quien no es estrictamente cierto que las ideas de fundar las empresas fuesen malas.

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Según el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno regional, José Molina, se trata de "salvar los restos del naufragio". Y en cuanto a los demás proyectos de empresas -infrecuentes- e inversiones en realizaciones innovadoras que Hernández Ros tenía previstos, Molina asegura que "los hemos archivado para que quede constancia de lo que no debe hacer una comunidad autónoma que carece de recursos financieros".

La Ciudad del Gusano

"Hubo un momento", añade, "en que cualquiera que venía con un proyecto nuevo tenía todas las posibilidades de que se lo compraran". Junto a los proyectos de Hernández Ros ya conocidos, que no llegaron a ponerse en práctica (tren aéreo entre Murcia y Molina de Segura; compra de la mayoría de la sociedad Azarmenor, propietaria del Casino de la Manga; tercer canal de televisión; promotora de películas, etcétera), figuraba la creación de lo que se dio en llamar la Ciudad del Gusano.Se trataba de invertir 500 millones de pesetas para construir un gran espacio repleto de moreras y surcado por canales, con el fin de relanzar la industria de la seda, que tuvo gran tradición en Murcia y en la Comunidad Valenciana, y que actualmente ha desaparecido.

"La Comunidad Autónoma no tiene capacidad inversora y los planes de Hernández Ros no concordaban con la política autonómica existente en la actualidad", señala Molina.

Promural se había dedicado básicamente a la producción de concentrado de pimentón y también de otros vegetales, como pimiento, plátano, tomate y albaricoque. Los productos elaborados por la empresa, de gran calidad, han tropezado con el grave problema de no encontrar mercado. Entre otras cosas se fabricaba un pimentón estéril para el que no existe en absoluto demanda.

La empresa fue fundada en diciembre de 1980 con un capital de 160 millones de pesetas, de los que 60 correspondían a Endiasa, 40 a la Comunidad Autónoma de Murcia y el resto a tres empresas privadas. Según una auditoría realizada por Price Watethouse, al 30 de junio de 1983 las pérdidas superaban ligeramente el capital inicial, y hasta el final de ese año perdió todas las nuevas inversiones que en ella se realizaron.

Para recapitalizarla partiendo desde cero, Endiasa ha aportado 79 millones de pesetas, la comunidad autónoma, 40, y la empresa privada Chaconsa ha invertido 30. Los otros socios se han retirado definitivamente. El anterior Ejecutivo regional tenía previsto invertir este año en la empresa 104 millones de pesetas.

En cuanto a Muraqua, la comunidad autónoma aporta las instalaciones existentes, junto con los tres biólogos y el personal subalterno, que seguirá estando pagado por el Gobierno regional, mientras que la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación invertirá unos 100 millones de pesetas para desarrollar nuevos programas de cría de especies marinas.

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