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Extrañeza en la CEE ante la aceptación española de un estatuto de país intermedio

Andrés Ortega

Los medios comunitarios se muestran extrañados de que España parezca renunciar a una situación de país grande en la CEE y que aún no haya protestado, aunque sea bajo cuerda, sobre el estatuto de país intermedio que pretenden otorgarle los diez, otorgándole ocho votos en el Consejo de Ministros. Esta cuestión, ligada a la discusión sobre el número de votos necesarios para lograr una mayoría cualificada entre los doce, son de suma importancia, ya que España podría perder palancas importantes de presión.En efecto, la misma ponderación de los votos en el Consejo de Ministros se repite en todos los comités de gestión de productos y mercados agrícolas, de programas de ayuda al Mediterráneo comunitario y de acuerdos con países terceros, e incluso en el COPA, el sindicato agrícola a nivel comunitario. Con la propuesta de la Comisión Europea, España, Italia y Grecia no podrían formar una minoría de bloqueo.

La CEE presentará el 23 de julio sus propuestas a España en materia institucional. Las otras cuestiones -Parlamento, Corte de Justicia, etcétera- plantean menos problemas. Pero en Consejo de Ministros, actualmente, los países grandes (RFA, Reino Unido, Italia y Francia) disponen de 10 votos cada uno; los países medianos, cinco votos cada uno; Dinamarca e Irlanda, tres votos cada uno, y Luxemburgo, dos votos. A España se le quiere atribuir ocho votos -como país intermedio-, y a Portugal, cinco.

Para aceptar una decisión por mayoría cualificada en la CEE a nueve se necesitaban un 70,6% de los votos. A diez, un 71,4%. De hecho, esto supone que no se puede imponer una decisión contra la voluntad de dos grandes, pero los cuatro grandes tampoco pueden imponer una decisión sobre los restantes seis miembros de la C E.

De mantenerse la misma proporción, bastarían 22 votos para bloquear una decisión tras el ingreso de España y Portugal. Es decir, que juntos, Italia, Grecia y España, que tienen algunos intereses agrícolas comunes, podrían -con 23 o 25 votos- constituir una minoría de bloqueo.

Importancia del voto mayoritario

Pero del total de los 76 votos en una Europa a doce, la Comisión Europea propone que 51 -es decir, un 67%- basten para una decísión, tesis que aceptan los países del Benelux e Irlanda, que así ganarían peso en las alianzas. Por el contrario, Francia prefiere 52 votos para la mayoría; Italia y Dinamarca favorecen la cifra de 54. La RFA no se ha pronunciado. El Reino Unido insiste en 57 votos, para que dos países grandes sigan pudiendo bloquear una decisión, especialmente en los temas presupuestarios.

Los embajadores de los diez en la CEE no se han puesto de acuerdo, por lo que la decisión final sobre la oferta a hacer a España la tomarán seguramente sus ministros el mismo día 23. Por parte española se dice que este capítulo insistitucional "no plantea problemas".

Pero su resultado puede ser una traba permanente -aquí no hay períodos transitorios- y crecerá en importancia si se vuelve al uso regular del voto mayoritario, en vez de la unaninúdad, para las decisiones en la CEE. No es, pues, desdeñable, pues afecta, no sólo los más altos niveles de decisión en la CEE, sino a casi todos los intermedios.

En otro orden de cosas, en una primera discusión entre los diez sobre la propuesta de la Comisión para el sector del aceite de oliva español, países como el Reino Unido ya se han opuesto a ella, en razón del costo presupuestario para la CEE.

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