El ministro libio de Exteriores viajó a Líbano, a pesar de las amenazas
Ni las amenazas de muerte ni la voladura, el miércoles, de su embajada en Beirut disuadieron al ministro de Asuntos Exteriores libio, Abdel Salam Turaiki, de viajar a Líbano, y sólo retrasó unas horas su desplazamiento, que efectuó ayer rodeado de estrictas medidas de seguridad.El emisario del coronel Muamar el Gadafi evitó cruzar al sector occidental de Beirut, controlado por las milicias chiitas, limitándose a entrevistarse en zona cristiana con el presidente Amín Gemayel. El grupo extremista Brigadas del Imán Musa Sadr había hecho recaer la responsabilidad de un eventual atentado contra Turaiki en el Gobierno libanés.
Al cumplirse ayer la primera semana de calma en Beirut, la hoguera libanesa se reactivó en el norte, donde dos milicias prosirias, pero una predominantemente cristiana (Marada) y otra mayoritariamente musulmana (Partido Nacional Social Sirio), se enfrentan desde el miércoles, con un saldo de 14 muertos y 35 heridos.
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