Aulas de natación en 'minipiscinas', posible solución para los municipios

La creación de aulas de natación, minipiscinas, de bajo coste de realización, fácil amortización y utilización garantizada, es la posible solución que tiene José María Penalba, presidente de la Federación Pontevedresa, para cubrir el vacío que les queda a los niños y jóvenes desde que aprenden a nadar hasta que llegan a la competición. La idea fue recogida por el arquitecto Joaquín Pujol, antiguo nadador de alta competición, que ha realizado el proyecto de esta instalación, cuyo precio no llega a los 30 millones de pesetas, y cuya primer unidad posiblemente se construya en un colegio de Vigo.El proyecto, según Pujol, "es una instalación doméstica. De bolsillo". Se trata de un solo edificio de una planta, cuyas medidas son de 22,40 por 21,46 metros, "menor que una pista polideportiva". Dentro habrá una pileta de 16x8 metros, un gimnasio, vestuarios y servicios. Funcionará por bomba de calor y placas solares, por lo que también será barato el coste de mantenimiento que oscilará entre un millón y un millón y medio de pesetas.

Todo ello podrá ser controlado por un empleado y dos profesores y está previsto para ser utilizado por 30 niños cada hora. Lo ideal sería tenerla abierta 11 horas diarias, de las cuales cinco serían exclusivamente para escolares, por lo que 150 niños podrán utilizarla cada jornada. El resto del tiempo puede ser empleada por los habitantes de la localidad donde esté ubicada, cuya población ideal sería de 2.000 personas para garantizar un uso racional.

El precio de esta construcción está calculado en unos 30 millones de pesetas, lo que, según Pujol, no es mucho si se tiene en cuenta que una piscina de 25x12,50 metros cuesta más de 100 millones. "Además, si los organismos oficiales siguen subvencionando con el 50%, al ayuntamiento sólo le supone 15 millones que son fácilmente amortizables en cinco años".

Ahora, Penalba y Pujol tratarán de vender "en el buen sentido de la palabra", dicen, esta idea a las comunidades autónomas, para que luego se construyan en municipios, colegios y clubes. "Esto lo tendrían que hacer las autoridades deportivas. Pero tiene que haber alguien que rompa la barrera. Es como cuando un nadador consigue romper la barrera del minuto. Luego todos se atreven. Una piscina pequeña traerá en un futuro las de 25 y 50 metros, por la misma exigencia de los deportistas". De momento, el primer interesado es el colegio Santiago Apóstol de Vigo, de 2.000 alumnos, que, de momento, ha cedido los terrenos. La Asociación de Padres de Alumnos (APA) está dispuesta a correr con los gastos de construcción.

Penalba concibió esta idea después de un viaje por Europa y se la contó a Pujol que rápidamente realizó el proyecto al ser un especialista en construcción de piscinas. De hecho, es el arquitecto que ha proyectado ¡a que acogerá en Madrid el Campeonato del Mundo de 1986, cuya construcción comenzó el pasado lunes, y que costará unos 800 millones de pesetas.