Un párroco acusado de conspiración
El centenar largo de manifestantes que el martes, encabezado por el arzobispo de Managua, Miguel Obando Bravo, llegó hasta el seminario menor -situado a 12 kilómetros al sur de la capital nicaragüense- se habían echado a la calle para pedir al Gobierno que retire los cargos que pesan sobre el sacerdote Luis Amado Peña, acusado de conspirar contra la seguridad del Estado y de servir los intereses de los contras. Peña, que se encuentra recluido en el seminario, tiene prohibido celebrar misa en las parroquias de San Pío X y Espíritu Santo, de la capital nicaragüense, bajo su responsabilidad.Durante la misa con que concluyó la manifestación, el padre Peña agradeció a los religiosos la "unidad cristiana y sacerdotal". "He meditado que ser fiel a la Iglesia y al pueblo implica mentiras y ofensas. Yo todo lo he puesto en manos de Dios; por eso, ¿a quién voy a temer?", subrayó el sacerdote, quién en todo momento ha negado las acusaciones que contra él formulan las autoridades.Peña está acusado de colaborar con el frente interno de la organización contrarrevolucionaria Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), que opera desde Honduras con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). A finales de junio, la Dirección General de la Seguridad del Estado mostró una cinta de vídeo en la que supuestamente se veía a Peña manipular armas de guerra, transportar explosivos y proferir amenazas de muerte contra dirigentes de la revolución sandinista.
El martes 21 de junio, miembros de las organizaciones de masas sandinistas asaltaron la parroquia de Bello Horizonte, de la que es titular el padre Peña, e incendiaron los alrededores de la iglesia.
En su homilía, el arzobispo de Managua ratificó el martes el apoyo de la Conferencia Episcopal al padre Peña. Antes de la misa, se dio lectura a un telegrama que 50 sacerdotes católicos enviaron el lunes al ministro del Interior de Nicaragua, Tomás Borge, en el que expresan su preocupación por la vigilancia policial frente al edificio del seminario y pedían "una pública aclaración sobre la situación en que se encuentra con relación a su libertad personal y de movimiento el hermano sacerdote Luis Amado Peña".
El sacerdote acusado declaró a los periodistas que algunas veces ha podido salir del seminario, pero siempre acompañado de un obispo.
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