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El eventual ingreso de Ferrer Salat en Alianza Popular hace prever reajustes en el partido

La probable incorporación en septiembre del ex presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat, a la cúpula de Alianza Popular, en calidad de vicepresidente, iniciará un período de relanzamiento en el partido de Manuel Fraga, según fuentes de AP. Pero esta incorporación "no se hará sin problemas y ajustes internos", según estos medios, que consideran los pasos que puedan darse en otoño como "muy importantes". Fraga ha venido refiriéndose con frecuencia a la inminencia de "destacadas incorporaciones" a AP, aceptando que la de Ferrer no será el único ingreso a corto plazo.Aunque Fraga rechazó especificar más, todo apunta a que una parte de estas incorporaciones procederá de componentes del Grupo Parlamentario Centrista, cuyo compromiso de mantenerse en sus actuales escaños vence con el, fin del actual período de sesiones. Luis Ortiz, portavoz de este grupo, insiste en que los centristas se mantendrán como tales también en el próximo período, pero ello no excluye posibles fugas más o menos explícitas, como la ya formalizada de Bravo de Laguna, que ha fichado por la Unión Liberal, de Schwartz y Fontán, incluida en Coalición Popular. Medios próximos a Ferrer insisten en que éste continúa "deshojando la margarita" y no ha dado una respuesta definitiva a la invitación efectuada hace tres meses por Fraga y Abel Matutes, en el sentido de que se incorpore como vicepresidente a AP, ocupando formalmente el puesto que hoy ocupa Matutes. Ferrer, que parece ver con simpatía la oferta, demorará, no obstante, su aceptación hasta después del verano.

Diferencias Osorio-Verstrynge

Las fuentes consultadas por EL PAÍS insisten en que en el ánimo de Ferrer parece pesar no poco la división de opiniones que el anuncio de su probable entrada ha provocado en los órganos rectores de AP. En la sede central aliancista, en la calle de Génova, se comenta desde hace tiempo el recelo que esta incorporación ha suscitado en el también vicepresidente Alfonso Osorio, quien ha entrado en una vía crecientemente crítica hacia la política oficial en AP.Las divergencias entre Osorio y el secretario general del partido, Jorge Verstrynge, se remontan a tiempos anteriores a la campaña electoral catalana, pero estallaron tras los malos resultados obtenidos por AP en estas elecciones autonómicas. A partir de éstas se lanzaron duras críticas contra la "frivolidad' y la "incontinencia verbal" de Verstrynge, quien ya anteriormente había mantenido un enfrentamiento no disimulado con el ex vicepresidente Fernando Suárez, considerado uno de los más brillantes parlamentarios del Grupo Popular. Se desconoce por el momento cuál será la posición última que adopte el también vicepresidente y portavoz en el Congreso de los Diputados, Miguel Herrero, figura clave dado el papel que Fraga piensa otorgar al grupo parlamentario en el relanzamiento de la oposición en otoño.

Tanto Verstrynge como Matutes -uno de los hombres con mayor peso específico en AP - conciben la entrada de Ferrer como el inicio de una operación consistente en rodear al candidato-Fraga de personas que aporten una nueva imagen al partido conservador y eviten la sensación de que "no existen recambios para el futuro" en la alternativa al socialismo. Paralelamente, se trataría, insisten medios aliancistas, de propiciar, por medio de los recién llegados, posibles acuerdos con otras fuerzas políticas ajenas a Coalición Popular.

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