Yamani descarta una subida en los precios y en las cuotas de producción del petróleo
El jeque Zaki Yamani, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, descartó ayer, al comienzo de la reunión ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) una subida de los precios del crudo y una modificación del actual sistema de cuotas de producción que mantienen los, 13 miembros del consorcio. El ministro saudí, cuyo país produce un tercio de la oferta total de la OPEP, expresó su simpatía y comprensión de la exigencia nigeriana para un aumento de su cuota, pero señaló que no era oportuna en las actuales condiciones del mercado mundial del crudo.
Los 13 países miembros de la OPEP tratan en Viena de alcanzar un consenso que les permita mantener las actuales condiciones del mercado mundial de petróleo, que, sin serles nada favorables, al menos impiden que los precios de los crudos caigan en picado. El anterior sistema, establecido en marzo de 1983 en su reunión extraordinaria de Londres, se basa en el establecimiento de un límite máximo de 17,5 millones diarios de barriles y un precio oficial de referencia de 29 dólares por barril.Este sistema ha dado resultados bastante aceptables en el año y medio de funcionamiento, ya que el precio se mantiene formalmente y ningún país miembro ha recurrido, como sucedió con Nigeria en el primer trimestre del pasado año, a rebajar oficialmente su precio. Pero está creando trastornos financieros muy serios a algunos países miembros de la OPEP, cuyos ingresos derivados del petróleo son insuficientes para mantener el nivel de desarrollo del país. Esto es más acuciante en los casos de Irán e Irak, dos países en guerra con necesidades financieras muy elevadas.
A la reunión que comenzó ayer se ha presentado el informe económico del denominado comité de seguimiento del mercado de la OPEP, que alerta sobre los riesgos de que el débil acuerdo alcanzado en Londres se rompa por la impaciencia de los países miembros. El informe recomienda el mantenimiento del sistema de Londres, pero advierte que su cumplimiento debe ser chequeado regularmente para que ningún país se lo salte a la torera. El informe señala también que la OPEP está perdiendo cuota de mercado a manos de países productores no englobados en el consorcio, que absorben el débil incremento de la demanda.
Hacer sacrificios
Ante esta situación, la cuestión que se debate en la reunión de Viena es si los 13 países productores de petróleo englobados en la OPEP son capaces de continuar haciendo sacrificios, en espera de que la recuperación económica en curso estimule la demanda mundial de crudo o la impaciencia de algún país provoca la ruptura del acuerdo de Londres. El ministro saudí sugirió ayer que su país -el único que no tiene fijada una cuota y que regula su oferta en función del cumplimiento por el resto del consorcio del sistema de cuotas- está dispuesto a ceder parte de su mercado a Nigeria, si esta sesión deja las cosas como están hasta ahora. El ministro nigeriano Tam David-West retiró en parte su demanda a una mayor cuota, al señalar ayer, al comienzo de la conferencia, que no era inmediata.Todo indica que la OPEP, sin romper el acuerdo de Londres, tratará de buscar fórmulas informales para que los países miembros con más necesidades financieras puedan incrementar ligeramente sus ventas de crudo. En este sentido se entienden las afirmaciones del propio Yamani, que ayer señaló que "no habrá cambios fundamentales" ni en los precios ni en las cuotas.Fuera de lugar ha quedado la demanda histórica de la delegación iraní para que los precios del petróleo aumenten en cinco dólares por barril. Ayer, algunos colegas del ministro iraní, Mohammad Gharazi, señalaban con cierta sorna la incongruencia de exigir aumento de precios cuando el propio Irán está ofreciendo descuentos a sus clientes sobre el precio oficial de 29 dólares de hasta 7 y 8 dólares por barril. Prácticamente es Irán el único país que rompe la unidad autoimpuesta del consorcio.
Por otro lado, el enfrentamiento bélico entre Irán e Irak en el golfo Pérsico está produciendo serios trastornos en el funcionamiento normal de la OPEP. Ayer, la conferencia ministerial decidió en contra de sus normas prolongar el mandato presidencial del ministro libio, Hassan Maghur, antes que tener que decidir entre las dos únicas candidaturas presentadas para el cargo, precisamente la iraní y la iraquí.
Lo mismo sucede con el cargo de secretario general de la OPEP, que por orden alfabético corresponde al iraní, pero al que se opone terminantemente la delegación iraquí.
Lo curioso es que la OPEP, ya en difíciles momentos debido a la situación del mercado, funciona sin secretario general desde hace un año.
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