Autonomía frente a EE UU
Los 800 cazabombarderos EFA (European Fighter Aircraft) de Gran Bretaña, República Federal de Alemania, Italia, Francia y España, junto a los cerca de 900 Tornado de Gran Bretaña, Italia y República Federal de Alemania, integrarán en los primeros años del siglo XXI el núcleo central de las fuerzas aéreas europeas. Sus sistemas de armamento, los centros de mantenimiento y los principales equipos de alta tecnología estarán prácticamente unificados y la defensa europea habrá ganado autonomía frente a la excesiva dependencia actual respecto a Estados Unidos.Los planes de los cinco países participantes en el programa del EFA consisten, básicamente, en adquirir un número suficiente de EFA como para que la mitad de su principal fuerza aérea esté integrada por este tipo de aparatos. En los casos de Gran Bretaña, Italia y República Federal de Alemania, su potencial fuerza aérea de combate estará integrada por Tomado y EFA. Francia, por su parte, tendrá la mitad de su potencial aéreo con EFA y la otra mitad estará integrada por aviones Mirage 2000 y 4.000.
En cuanto a España, será el único de los cinco países participantes en el EFA que, a partir del año 2.000, todavía contará con un importante componente de sus fuerzas aéreas procedente de Estados Unidos. De hecho, su fuerza aérea de combate quedará integrada básicamente por los 72 F-18A Hornet (la cifra puede alcanzar los 84 aparatos en los próximos años) del programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque) y los aviones EFA (posiblemente otros 84 aparatos).
Según fuentes militares españolas, el nuevo planteamiento europeo en este terreno supondrá una mejor organización estratégica de los cinco países dentro de la OTAN. Sin embargo, perjudicará económicamente al principal miembro de la Alianza Atlántica, Estados Unidos, ya que supondrá un descenso en las adquisiciones de material bélico norteamericano.
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