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La huelga de los mineros afectará al crecimiento de la economía británica

La huelga minera británica, que acaba de entrar en su 17ª semana, puede suponer el virtual estancamiento del ritmo de crecimiento de la economía británica durante este año, informa Reuter. Según ello, el tipo de cambio de la libra esterlina puede conocer nuevas presiones si la huelga continúa hasta finales de año, con el apoyo de otros sindicatos, como el ferroviario.Según un estudio efectuado por la firma James Capel and Company, de Londres, la balanza de pagos británica podría registrar resultados por 1.600 millones de libras, unos 352.000 millones de pesetas, inferiores a los del año anterior, como resultado del descenso de las exportaciones y el aumento paralelo de las importaciones de petróleo, carbón y acero. La huelga minera, motivada a causa de los planes gubernamentales para cerrar los pozos no rentables, con la pérdida estimada de 20.000 puestos de trabajo, podría suponer el virtual estancamiento de la economía británica durante el año en curso.

Según el mencionado estudio, el Gobierno británico posee existencias suficientes de carbón para abastecer a los consumidores con normalidad hasta el mes de febrero próximo. Dando por bueno que la National Coal Board, la empresa estatal del carbón, pudiera disponer de los mercancías apiladas a pie de mina, la industria consumidora de carbón no empezaría a sentir los efectos de la huelga hasta el mes de noviembre próximo.

Por otra parte, los trabajadores del acero hicieron pública ayer su simpatía por los mineros en huelga, pero declinaron formalmente la petición de apoyo concreto a los huelguistas mediante la paralización de la producción acerera. El líder sindical del acero, Bill Sirs, señaló a los informadores ayer tras una reunión de tres horas entre los 14 sindicatos de la industria estatal del acero, que el cierre laboral "no sería practicable, porque dañaría seriamente a la industria y sería completamente inaceptable para nuestros afiliados".

Mientras tanto, los mineros en huelga y sus familias libran una lucha sorda por sobrevivir en un horizonte donde no se adivina ni la posibilidad de un acuerdo ni la rendición de los huelguistas. En la localidad de Ollerton, Nottinghamshire, una cocina colectiva proporciona comida gratuita diariamente a 400 mineros y sus familias, claramente imposibilitadas para mantenerse con las 15 libras semanales, unas 3.300 pesetas, de subsidio de la seguridad social.

Cualquier huelguista contaba antes del conflicto con unos ingresos semanales, incluidas horas extras, de 160 libras, unas 35.000 pesetas. Ahora tienen que pedir ayuda a las familias para poder pagar la electricidad, el gas y otras facturas indispensables. Dos tercios de los 180.000 afiliados del sindicato minero se encuentran en huelga.

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