_
_
_
_
Gente

Angel Cristo y Bárbara Rey

llegaron el martes a Burgos con su Circo Ruso para actuar en la plaza de toros, y a las pocas horas tuvieron que desmontarlo e irse con sus animales y sus 300 trabajadores, como consecuencia de la negativa del ayuntamiento, propietario de la plaza, a permitir la representación. Los artistas tenían el permiso del empresario de la plaza, pero se vieron sorprendidos con la noticia de que la competencia sobre actuaciones no taurinas corresponde al ayuntamiento. Éste ya había adjudicado mediante subasta unos terrenos al Circo Krom. Enfadado, Cristo manifestó que no entendía cómo en unos tiempos tan difíciles se ponen tantas pegas a la gente para ganarse la vida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_