Un ex policía nacional encontrado muerto en Lugo fue asesinado por su mujer y su cuñado
El ex policía nacional José Iglesias Mosteiro, cuyo cadáver fue encontrado calcinado en el municipio de Ribas do Sil, al sur de la provincia de Lugo, fue asesinado por su esposa, María del Pilar Álvarez, y el hermano de ésta, Francisco. Una nota facilitada por el Gobierno Civil de Lugo informa, 10 días después de ser descubierto el cadáver, que el crimen fue cometido cuando la víctima intentaba conseguir que su mujer continuase ejerciendo la prostitución.
Los dos hermanos, que ingresaron en la prisión provincial de Lugo, se confesaron autores del asesinato, asegurando que los hechos se produjeron exactamente un mes antes del descubrimiento cadáver. Según su versión, recogieron a José Iglesias en el hospital Reina Sofía, en León, donde se recuperaba de las lesiones sufridas al haber caído desde el tejado de su casa, originándose una violenta discusión en el automóvil en el que viajaban sobre el ejercicio de la prostitución por parte de María del Pilar, quien ha manifestado que lo hacía obligada por su marido.Parece ser que durante el viaje José Iglesias se negó a que su mujer abandonara el ejercicio de la prostitución, decidiendo los dos hermanos poner fin a la situación disparándole en la sien izquierda con una pistola del calibre 6,35, lo que provocó su muerte instantánea. Para deshacerse del cadáver lo arrojaron por un pequeño desnivel, quemándolo con gasolina para dificultar su identificación. En el primer interrogatorio, los dos hermanos negaron su participación en los hechos, asegurando más tarde en un interrogatorio individual haber efectuado ambos el disparo.
José Iglesias, de 28 años de edad y expulsado hace tres de la Policía Nacional, cuando prestaba servicio en Bilbao, mantenía unas tensas relaciones con su esposa, de forma especial tras haber regentado un establecimiento de electrodomésticos que había sido financiado por su suegro y embargado al no poder hacer frente a las deudas contraídas.
Días después de cometido el crimen, María del Pilar Rodríguez acudió a la Guardia Civil de Vilariño, en la provincia de Orense, para denunciar el abandono de hogar de su marido. Mostro urja carta del centro sanitario leonés en la que se le reclamaban 60.000 pesetas por las atenciones prestadas a José Iglesias. Quince días después fue hallado el cadáver relacionándose el caso en un principio con los asesinatos de un sargento de la Guardia Civil y de un industrial.
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