El personal del centro Ramón y Cajal denuncia frecuentes atracos en las cercanías del hospital
El personal sanitario del hospital Ramón y Cajal han solicitado protección policial a través de un escrito enviado al comité de empresa y a la dirección del centro sanitario, ante los continuos atracos con intimidación que se están produciendo en los alrededores del centro, y de los que son frecuentes víctimas los propios trabajadores. Fuentes de la dirección manifestaron ayer que un dispositivo policial integrado por coches de la policía camuflados circula por los alrededores del edificio para prevenir estos asaltos, que en los últimos días "se han reproducido con un frecuencia inusitada".
Entre los empleados del centro sanitario, conocido popularmente como el Piramidón, existe psicosis motivada por los asaltos que sufren los trabajadores en las cercanías del centro y en el aparcamiento subterráneo del edificio. Alrededor de una decena de trabajadores, en su mayoría mujeres, se ha visto sorprendida a la salida del hospital, tras terminar su jornada laboral, por uno o dos jóvenes que actúan a cara descubierta y generalmente armados con navajas.Hasta ahora ninguno de los atracados ha sido herido físicamente. Entre los empleados y familiares de enfermos, que en algún caso también han sido asaltados, se ha extendido un cierto pánico. "Bajamos al aparcamiento a recoger los automóviles de dos en dos", afirmó uno de los trabajadores. Otras empleadas han decidido tomar medidas drásticas y acuden a trabajar acompañadas o requieren a la salida del centro que las acompañe algún familiar.
La dirección del centro solicitó en la comisaría de Fuencarral que se vigilaran los aledaños del hospital para evitar que se reproduzcan estos sucesos. "En este sentido se ha establecido ya un dispositivo policial, que como cualquier control no tiene una efectividad total, pero que contribuirá a reducir el miedo". Por otro lado, la dirección del centro calificó la situación hospitalaria de "normal, aunque el miedo es libre".
3.000 personas
El Piramidón, centro especializado en intervenciones quirúrgicas en el que trabajan alrededor de 3.000 personas, está emplazado en el distrito de Fuencarral, muy próximo al barrio de Begoña, donde se registra un alto índice de delincuencia.La zona en la que se encuentra el centro sanitario está, según los trabajadores, "relativamente aislada y solitaria".
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