Los ingresos comerciales en Renfe sólo cubren el 91,84% de sus gastos de personal
El total de ingresos comerciales de Renfe -119.585 millones de pesetas- sólo cubre en la actualidad el 91,84% de sus gastos de personal. Este ratio se situó en 1982 en un 94,27%. Es decir, que el incremento de ingresos comerciales es muy inferior al incremento de gastos de personal. Renfe registró el pasado año, pese a la contención de ciertas partidas de gasto y el ligero incremento en algunos ingresos comerciales, 30.830 millones de pesetas más de déficit global que en 1982. Esta realidad, 159.810 millones de pesetas en déficit de explotación, pone de manifiesto la grave situación actual y de futuro del ferrocarril en España, y otorga una importancia muy relativa a las tenues mejoras en la gestión sobre las previsiones iniciales.
Máxime cuando el fondo de maniobra estrictamente financiero de Renfe, al concluir 1983, se situaba en números rojos por valor de 175.125 millones de pesetas. El pasado 26 de abril, en una conferencia de prensa muy criticada por el sindicato de Transportes de UGT, el presidente de Renfe, Ramón Boixados, destacó que los resultados obtenidos por su compañía en 1983 mejoraban por primera vez las previsiones iniciales. Esta afirmación, basada en comparaciones lícitas y habituales en las presentaciones de resultados de la mayor parte de las empresas, puede significar una cierta mejora en la gestión, como pretende subrayar Boixados; pero también puede tener otra lectura: las previsiones iniciales y las que figuran en el contrato-programa, como en su día temieron algunos representantes del Ministerio de Economía y Hacienda, pudieron ser excesivamente negativas.De los 159.810 millones de déficit, Renfe circunscribe su responsabilidad a 41.858 millones de pesetas, al contabilizar como ingresos 65.037 millones aportados por el Estado como compensaciones, segregar 50.415 millones de gastos financieros y otros 2.500 millones correspondientes a ejercicios precedentes y atípicos.
El personal absorbe el 57,4% de los gastos
Los gastos de explotación de Renfe se situaron en 226.480 millones en 1983, con un incremento de 20.201 millones sobre las cifras de 1982. De este capítulo, los gastos de personal (130.199 millones) supusieron un 57,48% de los mismos. El año precedente el porcentaje de los gastos de personal sobre el total de gastos de explotación se situó en el 56,50%.Una de las quejas de UGT de Transportes contra la presentación de resultados hecha por Ramón Boixados se centra en la escasa relevancia que dio el presidente de Renfe, a juicio del sindicato, al esfuerzo de los trabajadores. Los gastos de personal crecieron unos 900 millones de pesetas menos que las previsiones contenidas para este apartado en el contrato-programa, según reveló Boixados. Y UGT, por su parte, recalca que dichos gastos crecieron 5.700 millones de pesetas menos que las cifras contenidas en el presupuesto inicial. Ambas afirmaciones son ciertas y válidas, como también lo es el incremento de 13.640 millones de pesetas en los gastos de personal sobre los correspondientes a 1982.
El incremento global de 13.640 millones de pesetas se debe, fundamentalmente, al incremento de masa salarial consecuencia del convenio colectivo (11.947 millones); a la apertura del abanico salarial derivada del mismo convenio (981 millones); al incremento de existencias medias de 1.549 agentes (2.225 millones de pesetas), y al aumento de 752 millones de pesetas consecuencia de las primas de estaciones y de obras e instalaciones. Algunas de estas partidas han sido compensadas por una disminución del 18% en las horas extraordinarias (no obstante, se realizaron 15,6 millones de horas en 1983), y a la contratación de menor número de agentes que el inicialmente previsto. En la actualidad hay 74.964 agentes en Renfe. El importe total de los gastos de Renfe, incluidos amortización e intereses, ascendió en 1983 a 256.895 millones de pesetas. Junto al capítulo de personal, de cuya importancia ya se ha hablado, hay que reseñar un crecimiento del 18% con respecto al ejercicio anterior en los gastos destinados a energía y combustibles; un incremento de 3.136 millones en materiales y varios, y un crecimiento de 924 millones en amortizaciones (para este fin se destinaron 16.395 millones). La puesta en marcha de un Plan de Actuación Urgente, a mediados del ejercicio, corrigió unas cifras que amenazaban con ser mucho mayores. La corrección, fundamentalmente, se debió a realizar con el propio personal tareas previstas a contratar con terceros.
Aumento de los ingresos comerciales
Las dos terceras partes de los ingresos comerciales de Renfe en 1983 se reparten entre los procedentes del transporte de viajeros (42.228 millones de pesetas), y los procedentes del transporte de mercancías (41.747 millones de pesetas). En viajeros, con respecto a 1982, se incrementaron los ingresos en un 10% en términos monetarios (3.855 millones más), correspondiendo la mayor parte de este porcentaje a la elevación registrada en las tarifas (2.293 millones) y en menor medida a un incremento del tráfico (1.562 millones).Los ingresos por mercancías, siempre respecto a 1982, se incrementaron en un 7,2% (2.822 millones de más). Hay que reseñar, sin embargo, que más del 40% de este último incremento correspondió a los transportes internos de la compañía. Así como la repercusión de la elevación de tarifas (1.802 millones). Los ingresos procedentes de Correos ascendieron a 4.900 millones de pesetas, con un incremento de 474 millones sobre las cifras facturadas en 1982.
Por otra parte, los ingresos procedentes del Estado ascendieron en 1983 a 65.037 millones de pesetas, correspondiendo la mayor parte a compensaciones por las obligaciones de servicio público de la compañía ferroviaria (63.059 millones), y el resto (1.978 millones) a normalización de cuentas de la Seguridad Social, intereses crediticios y el Plan de Acción Coyuntural. La dirección de Renfe, no obstante, cuantifica en 121.187 millones de pesetas la deuda del Estado con los ferrocarriles. Esta cantidad se desglosa en insuficiencias de consignación en los ejercicios 1983 (54.810 millones), 1982 (34.086 millones), y 1981 (12.857 millones); en los déficit de Titsa (Transportes de Tenerife) de 1978 a 1983, 1.551 millones; en deuda por transportes, 14.241 millones de pesetas, y en obras por cuenta del Estado, 2.325 millones de pesetas, entre otras partidas menores.
Los gastos financieros de Renfe en 1983 se elevaron a 60.174 millones de pesetas, aunque de esta cantidad se han detraído 9.759 millones en concepto de intereses intercalares que se han pasado al activo por amortización. Los gastos financieros son un 37,4% mayores que los registrados en 1982 (43.724 millones), un 67,6% superiores a los registrados en 1981 (25.519 millones), y un 83,7% más que los que pagó Renfe cinco años atrás (9.785 millones). La evolución de estos gastos es preocupante e hipoteca gravemente a la compañía. Por otra parte, el exigible a largo plazo de Renfe, representado fundamentalmente por operaciones de crédito y préstamo, tanto nacional como exterior, se situaba a finales del pasado año en 223.475 millones de pesetas valorados a los cambios de disposición de cada una de las operaciones. El importe total pagado en el ejercicio por el concepto de amortización de préstamos, incluyendo las diferencias de cambio, ascendió a 24.146 millones de pesetas, a cargo del Estado.
El importe total de las partidas exigibles a corto plazo ascendía a 236.680 millones de pesetas, con un incremento sobre 1982 de 43.074 millones de pesetas. Renfe, en este punto, insiste en que "la falta de fondos de financiación del activo circulante, así como el mantenimiento en activo de partidas ficticias, le obligan a financiarse con fondos de proveedores, bancos y pagarés de empresa principalmente, todo ello a un coste que cada año tiene una mayor peso en los resultados del ejercicio".
El coeficiente de liquidez en Renfe, definido como la relación entre activo y pasivo circulante depurados, da un ratio de 0,31% frente a 0,38% y 0,43% en los años 1982 y 1981, lo que indica -según reconoce la propia compañía- "la imposibilidad para Renfe de hacer frente a sus deudas a corto plazo mediante la realización de su activo circulante".
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