Los chicas son guerreras
Cuatro chicas, la mayor de 18 años y la menor con 16, posaron ayer para los fotógrafos vestidas con la camiseta rosa del circuito femenino Virginia Slims. Son las cuatro bebés de los octavos de final. Sus apellidos se prestan a un juego de palabras. Todos empiezan por B. Carling Bassett -canadiense, 16 años- y las norteamericanas Melissa Brown -16 años-, Camille Benjamin -17 años- y Lisa Bonder - 18 años. A ellas hay que añadir Kathy Horvath -norteamericana, 18 años-, la más veterana del circuito. Las cinco acompanarán en los octavos de final a Martina Navratilova -27 años-, Chris Evert -29 años- y Hanna Mandlikova -22 años.Son la nueva generación de niñas que ha llegado muy pronto para sustituir a la anterior, una generación ya casi deshauciada sin llegar a los 20 años. Tracy Austin sigue sin recuperarse de su lesión de espalda que la, mantiene, a los 21 años, apartada de la competición desde hace 24 meses. Andrea Jaeger, con 19 años, harta de estar siempre jugando a tenis. Andrea Temesvari, de 18 años, con serios problemas en la espalda que pueden apartarla de la pistas. Son las víctimas de un excesivo contacto con el dinero, con los viajes constantes. Temesvari y Jaeger han sido especialmente castigadas por sus padres, deporilistas con historial que le forzaron excesivamente a dedicarse al tenis. Cinco niñas y tres señoras, o tres señoras y cinco niñas. Ellas han sido, después de una larga, intensa y lluviosa semana, las elegidas. Pero la selección sigue y todo parece indicar que las dos señoras de siempre alcanzarán la final. De todos modos, que nadie olvide que las chicas son guerreras.
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