Abucheos a las autoridades asistentes al funeral por el capitán asesinado en Pamplona

Con una fuerte pitada y con gritos de Gobierno, culpable y ETA, asesina, fueron despedidas las autoridades asistentes al funeral de corpore insepulto por el capitán de la Guardia Civil Luis OlIo Ochoa, de 54 años, asesinado el domingo en Pamplona en atentado terrorista. Al término del funeral, al que asistieron, entre otros, el ministro del Interior, José Barrionuevo, el presidente del Gobierno de Navarra, Gabriel Urralburu, y el director general de la Guardia Civil, José Antonio Sáenz de Santa María, éstos acudieron al lugar en que cayó muerto Luis Ollo, donde cada uno depositó un clavel rojo.

Durante las honras fúnebres, que se desarrollaron en medio de una gran tensión, fueron constantes los gritos contra el Gobierno, incluso dentro de la iglesia, que se encontraba abarrotada de público, al igual que las inmediaciones del templo. Toda la zona se hallaba fuertemente vigilada por efectivos de la Policía Nacional. Durante la homilía, el sacerdote dijo: "Seguimos sin entender esta locura y nos duele que en esta tierra vuelva a correr la sangre".El féretro que contenía los restos del capitán de la Guardia Civil fue trasladado hasta el templo a hombros de sus compañeros desde la delegación del Gobierno, en cuyo salón del trono se había instalado la capilla ardiente.

La esposa del capitán, herida en el mismo atentado terrorista, se halla internada en la residencia sanitaria Virgen del Camino y evoluciona favorablemente de sus heridas. Blanca Esther Pérez Aramendía sufrió la rotura de los tímpanos y numerosas heridas múltiples por metralla en el cuello, región lumbar y cuero cabelludo. Su pronóstico sigue siendo grave.