Ken Livingstone,
concejal londinense, se ha mostrado totalmente contrario a que los policías de su ciudad reciban pellizcos en las nalgas, y así lo ha hecho saber, con toda rotundidad. El edil, perteneciente al ala izquierdista del laborismo, encuentra "monstruoso" que los agentes frecuenten los bares gays esperando el citado pellizco, para después llevarse detenido a quien se lo dio. La policía londinense ha negado que se utilicen agentes de paisano para que los gays intenten ligarselos y llevarselos así a la comisaría, pero lo cierto es que, a comienzos de este mes, un diputado conservador terminó en las dependencias policiales, tras ser detenido en un club gay de Soho por haberse propasado con un agente de la autoridad.
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