Los rumores de crisis bancarias provocan una de las más fuertes caídas del dólar en Nueva York
La bolsa neoyorquina de Wall Street sufrió ayer una de sus jornadas de mayor tensión en los últimos tiempos al producirse una de las más fuertes caídas del dólar de toda la historia y un fuerte descenso de las acciones de los principales bancos norteamericanos.
Estas estuvieron provocadas por las últimas noticias procedentes de Argentina, en las que el Gobierno de ese país solicitaba un aplazamiento de cuatro años en el pago de capital e intereses de su deuda exterior, que supera en estos momentos los 43.000 millones de dólares, y que está concentrada mayoritariamente en las instituciones financieras de Estados Unidos. Según otros indicios, también han podido influir en este comportamiento unas declaraciones de un alta responsable del departamento del Tesoro estadounidense, en las que se señalaba que EE UU podría no renovar automáticamente un préstamo de emergencia al Estado argentino, que expira a finales de este mes.Hora y media antes del cierre de la bolsa de Nueva York, el dólar había experimentado asimismo una caída de más de tres pesetas en relación a la moneda española, que había fijado ayer su tipo de cambio en 154,650 pesetas por dólar. La moneda estadounidense había descendido a algo más de 151 pesetas a esa hora de la tarde, para situarse finalmente, en el momento del cierre, en 152,10 pesetas. Al mismo tiempo, el dólar, que había hecho el día anterior un fixing de 2,7650 marcos, vio caer su cotización a 2,7040 marcos a las 14 horas de Nueva York (20 horas en España). A partir de ese momento y antes del cierre, la cotización del dólar respecto al marco estaba experimentando fuertes bandazos.
Este fuerte debilitamiento del dólar provocó un sustancial descenso en las cotizaciones de los grandes bancos estadounidenses, que fue particularmente acusado e algunos casos concretos. El principal afectado fue Manufacturers Hanover, el cuarto de los grandes de EE UU y una de las entidades financieras con mayor nivel de riesgos en Latinoamérica, que tuvo una bajada en sus acciones de 3 1/4 dólares, pasando de los 31 dólares a que se habían cotizado en la sesión del miércoles, a 27 3/4 dólares por acción en que se cotizó durante la jornada de ayer. Otros bancos con sustanciales riesgos en Latinoamérica también vieron caer sus acciones de manera sustancial. Las del Irving Bank, de Nueva York, que ocupa el puesto número 22 en el ranking de la banca estadounidense, había bajado poco antes del cierre 2 5/8 dólares, mientras que las de Chase Manhattan cayeron 1 1/4 dólares. Según los últimos datos conocidos, Manufacturers Hanover es, de los grandes de la banca norteamericana, el que tiene un mayor nivel de riesgo contraído con Latinoamérica, al haber concedido préstamos equivalentes al 200,3% de sus recursos propios. Este porcentaje es, en el caso de Chase, el tercero de la banca estadounidense, del 136,5%.
Miedo generalizado
Esta fuerte caída de la banca estadounidense, al poco de que salieran a luz pública los serios problemas de liquidez por los que atravesaba el Continental Illinois Bank -que exigió la concesión de un crédito de 7.500 millones de dólares (1,125 billones de pesetas) por parte de la gran banca de aquel país y de la Reserva Federal de Chicago-, parece estar directamente relacionada con el hecho de que algunos de los grandes bancos estadounideses no han renovado importantes partidas de depósitos en eurodólares; hecho que desató los rumores y especulaciones de los inversores durante el día de de ayer.Ese fue el punto de partida para la inmediata especulación acerca de una posible situación precaria de estas entidades. Sin embargo, según fuentes consultadas, la no renovación es una circunstancia que en sí misma no implica que necesariamente existan dificultades en las entidades afectadas, ya que simplemente pueden pretender hacerlo en mejores condiciones en el futuro. Precisamente ayer, los propios bancos que se vieron afectados por esa caída de sus acciones salieron al paso de esos rumores, y negaron que estuvieran atravesando dificultades.
En opinión de los expertos, el miedo que ayer se extendió por los centros financieros internacionales, que provocó, en buena medida, ese comportamiento de la bolsa y del dólar, puede continuar en los próximos días.
Se teme que pueda producirse una nueva subida de los tipos de interés, que podría originar, por su parte, una situación delicada para algun otro banco. El índice Dow Jones cerró ayer en 1.103,43, cifra que representa una nueva mínima del año.
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