El gato pulcro

Siempre que veamos un gato con el pelo brillante podemos estar seguros de que es un gato bien cuidado. Y para ello, la atención de los dueños tiene mucha importancia, porque sólo con su ayuda el animal puede verse libre de parásitos, en el caso de que su ataque se produzca, o de esas marañas que con frecuencia se dan en animales de pelo largo.Hay que empezar por acostumbrarles al peine o al cepillo. El mejor sistema es hacerlo sin brusquedades. Para deshacer esas marañas, si es posible, hay que hacerlo con los dedos y después cardarlas suavemente para arrancar lo menos posible. O en todo caso, cortar con tijeras.

La caída del pelo, si no se produce de manera escandalosa por su cantidad, es bastante frecuente, y lo mejor es no darle demasiada importancia. Lo que sí hay que tener en cuenta es que en esa ocasión hay que hacer todo lo posible para eliminar los pelos sueltos, ya que el gato, como consecuencia de la especial configuración. de su lengua, no puede expulsar los pelos que a ella se adhieren y puede tragarlos.

Para la limpieza de los ojos se suele utilizar un paño limpio que no suelte hilos. Antes conviene verter bastante agua hervida y fresca con media cucharadita de sal por cada litro.

El exterior de las orejas se lava sin problemas y el interior se limpia con una torunda de algodón procurando siempre no dañar el oído medio ni, por supuesto, llegar a zonas más profundas.

MANICURA

Para mantener las uñas de los gatos en perfecto estado, conviene poner a su alcance un trozo de madera que lleve adherido un recorte de estera, con el fin de que pueda arañarla cuando quiera afilar sus garras.