El Ayuntamiento de Madrid se replantea la construcción de una torre de 14 pisos de viviendas en el olivar de Chamartín
El Ayuntamiento de Madrid, estudia un posible cambio en el planeamiento urbanístico de la zona conocida como Olivar de Chamartín, en donde en los años veinte construyeron sus casas y crearon un lugar de encuentros literarios y científicos intelectuales como Menéndez Pidal, Dámaso Alonso, José Castillejo y otros. Este olivar, uno de los pocos que se han conservado en la capital, quedó protegido por el convenio que firmó la familia Castillejo con el ayuntamiento en 1982. El convenio autorizó a levantar un edificio de 14 alturas en un extremo de la finca, y en contrapartida la mencionada familia se comprometía a constituir una fundación privada con el objeto de conservar el olivar como centro de iniciativas culturales.
A las protestas vecinales, se ha sumado ahora el informe negativo de la Consejería de Urbanismo de la Comunidad de Madrid.La parcela objeto del convenio está situada entre las calles de Alberto Alcocer, Padre Damián, Fray Bernardino Sahagún y Menéndez Pidal. En 1919, varios intelectuales compraron la parcela, y allí se levantaron las casas de Menéndez Pidal, Dámaso Alonso, José Castillejo, Ignacio Bolívar, Luis Lozano y otros, por lo que la zona se convirtió en un centro cultural al que concurrían los científicos y pensadores más importantes de entonces.
Después, la parcela fue paulatinamente ocupada por edificios de hasta ocho alturas. Quedaron tal como estaban la finca de los Castillejo, la de Menéndez Pidal y la de Dámaso Alonso. Y los promotores empezaron a hacer ofertas para construir en la primera, la más grande de las tres.
El planeamiento de la zona permitía en principio la construcción de bloques de edificación abiertos de hasta 10 plantas de altura, excepto en la zona de viviendas unifamiliares. Ante la posibilidad de que se levantaran varios edificios en la finca, el Ayuntamiento y la familia Castillejo llegaron a un acuerdo por el que se respetaba la zona de olivar, se concentraba toda la edificabilidad en un extremo de la finca y se creaba la fundación privada Olivar de Castillejo.
Protestas vecinales
El convenio no convenció a los vecinos de la zona lindante a donde se iba levantar un edificio de 14 plantas, fruto de la concentración edificatoria. Se hicieron más de 300 alegaciones contra la altura que se pretendía dar al edificio y su situación, ya que se levantaría donde estaba proyectado trazar las calles de Henry Dunant y Manuel Benedito, parcialmente pavimentadas en su día con las contribuciones cobradas a los vecinos de los edificios existentes. Otro de los argumentos vecinales era que el nuevo edificio inutilizaría un colector de saneamiento hecho bajo la finca de los Castillejo.El pasado 25 de enero, el ayuntamiento aprobó la modificación del plan, sin atender las quejas vecinales, y lo envió a la Consejería de Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, encargada de emitir un informe no vinculante.
El informe emitido después recomienda que "se revise y rectifiquen los acuerdos municipales pertinentes". "Debe destacarse que la edificación es excesiva", dice el escrito, "que no se guardan los retranqueos apropiados, que no queda garantizado el soleamiento de las zonas limítrofes, que no se respeta adecuadamente el medio físico, que no se establece una zona de transición de las zonas de vivienda unifamiliar con las de vivienda colectiva. En una palabra, que la ordenación no se integra en la trama urbana existente".
Pese a esto, Enrique Bardají, gerente municipal de Urbanismo, manifestó el pasado miércoles que, "desde el punto de vista jurídico, la modificación que se pretende hacer es correcta. Comprendo que a los vecinos no les guste que las calles proyectadas acaben en fondo de saco, pero el rescate del olivar en beneficio de la población nos pareció más importante". No obstante, Bardají se mostró partidario de mejorar el planeamiento existente, y en ese sentido, manifestó que algunos promotores se habían interesado en un posible cambio, "por lo que se está estudiando, aunque ello suponga un descenso de la edificabilidad".
Según informó Leonardo Castillejo, representante de la familia, se ha solicitado al gerente municipal una entrevista para esta semana, Castillejo" manifestó que desconocía cualquier intención de cambiar el planeamiento e informó de que la fundación cultural no se había podido crear aún, pues Gerencia tiene que delimitar lo que es terreno de la fundación y lo que no es. Manifestó asimismo que la familia estaba a la espera de que se apruebe definitivamente la modificación para poder vender a los promotores interesados.
Sin embargo, todos estos proyectos pueden verse interrumpidos si los representantes municipales hacen caso al informe de la Consejería de Urbanismo. Ello supondría un vuelco de los planes de algún promotor que aún reconociendo no haber cerrado el trato con el propietario, ya ha comenzado a hacer publicidad de los pisos. "De uno a seis dormitorios, con chimenea francesa y vistas excepcionales".
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