El Ayuntamiento de Valencia aprueba los planes especiales de Protección del centro histórico

El pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobó de forma definitiva el pasado jueves los cinco planes especiales de protección del centro histórico de la ciudad. De este modo se inicia la rehabilitación efectiva de toda la zona del casco antiguo, que se encuentra en la actualidad en una situación de franco deterioro urbanístico. La población del centro histórico ha sufrido un alarmante envejecimiento en los últimos años, y el número de habitantes ha descendido de 54.000 personas en 1970 a 37.000 en 1981.

El alcalde de Valencia, el socialista Ricard Pérez Casado, destacó a este periódico que "ahora pasamos de la idea programática sobre las alternativas para el centro histórico a una concreción práctica. Pérez Casado aseguró que la aprobación de los cinco planes especiales supone un modesto comienzo, pero añadió que "el casco antiguo no se degradará más y pondremos punto final a la política de anteriores ayuntamientos que destrozaron urbanísticámente la ciudad".La aprobación de los planes especiales permite asimismo la puesta en marcha de convenios, suscritos por el ayuntamiento con propietarios privados y con el Instituto para la Promoción Pública de la Vivienda (IPPV) para la restauración de edificios de valor histórico y para rehabilitación de viviendas, que incluyen ventajas fiscales y legales para los vecinos de los cinco barrios céntricos de Valencia. Un total de 1.900 edificios están recogidos en los planes especiales de protección.

Los planes municipales, que ya fueton enunciados en 1,981 y que ahora han recibido.su sanción definitiva, contemplan también la recuperación de edificios, de interés histórico para darles una función social y cubrir las innumerables deficiencias de equipamientos culturales y cívicos que padecen los vecinos del centro histórico. Esta nueva ordenación urbanística conjura la amenaza de cualquier tipo de especulación urbanística y de destrucción progresiva de la trama urbana del centro de la ciudad. Los cinco planes especiales afectan a las barriadas de Universitat, El Carme, Mercat, Seu-Xerea y Vellutes. La filosofía urbanística que inspira los planes de protección se basa en criterios de racionalidad cultural y de recuperación de una actividad económica comercial y artesanal.

La inversión municipal durante este año se elevará a 200 millones de pesetas, mientras el IPPV, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, aportará otros 500 millones de pesetas para revitalizar las edificaciones de estas zonas destinadas a viviendas. Entre los edificios de singular importancia cultural e histórica que se rehabilitarán con fines de utilidad social se encuentran los palacios de Pineda, Cervellón, Berberdel, Boil de Arenos, el asilo de Arenós, el asilo de San Juan de Dios, la Beneficencia y los baños del Almirante.