Las eléctricas continúan acaparando la atención
Es evidente que los valores eléctricos continúan acaparando la atención de los asistentes a las reuniones bursátiles, y es de esperar que a medida que pasen los días las lecturas más detenidas del plan de saneamiento financiero para el sector irán haciendo olvidar los pequeños brotes de nervios que provocaron que en la primera sesión de este ciclo la venta apareciese como la única opción para los tenedores de títulos eléctricos. A la vista de los resultados hay que pensar que los analistas han hecho una segunda lectura de este plan en la que han podido apreciar que, en su aspecto más llamativo, un dividendo del 8%, con los precios actuales, sigue ofreciendo una rentabilidad más que aceptable, con lo que se viene a dar la razón a aquellos que pensaban que la posibilidad de un recorte de los dividendos ya había sido descontada por estos valores con mucha antelación.En cuanto a las empresas, está claro que el citado plan les beneficia totalmente, y esto también debe cotizarse en las bolsas. Tal vez a largo plazo, pero está claro que el saneamiento financiero del sector puede ser un hecho. Dentro de este ambiente se desarrolló la sesión, con una presión mucho menor del papel y sin que se produjese la temida llegada de órdenes vendedoras procedentes de provincias, con lo que el comportamiento del sector correspondió más al transcurso de una sesión normal que a una respuesta a un hecho puntual, como puede ser el que un decreto se haga público. La cotización de los derechos de suscripción de Hidrola registró una baja importante, cerrando en el mercado madrileño a 1,50, precio ante el que los compradores se mostraron bastante más animados. También los cupones de Hidrocantábrico registraron un retroceso, aunque éste fue de menor importancia.
Los valores bancarios, que siguen acusando la presencia de órdenes de venta, aprovecharon ayer la tranquilidad que reinaba en el mercado para intentar cambiar el signo de la situación por la que atraviesan, pero parece que el ambiente creado por los canjes de bonos es un lastre demasiado pesado para algunos de los componentes del sector. Sin embargo, y siempre refiriéndonos al mercado de Madrid, la caja registró un discreto saldo positivo gracias a la incorporación de Banesto a los valores que tenía en demanda. Junto a la del Bilbao y del Santander, el saldo comprador llegó a sumar casi 25.000 títulos, frente a los 16.627 que tenía el resto de los miembros del grupo de los siete grandes.
El protagonismo de los valores eléctricos y el peso específico de los bancos casi ha hecho olvidar al resto de los sectores del mercado que, sin embargo, empiezan a dar señales de vida. Siderúrgicas y constructoras, y entre estas últimas hay que destacar a las cementeras, dan la sensación de haber tocado, fondo en el goteo a la baja que han venido padeciendo.
Junto a este selecto número de valores que aparecen como capaces de aguantar el chaparrón hay que poner a Telefónica, que se muestra muy firme en esa zona del 80% en la que se ha instalado con mucha soltura. Todos estos factores hacen pensar que el proceso bajista que están registrando las bolsas desde hace ya tiempo puede estar llegando a su fin. Y todo esto frente a un temible competidor, como son los pagarés del tesoro, que ayer en la bolsa de Madrid se contrataron por un total de 5.130 millones de pesetas.
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