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Golpistas de vía estrecha

( ... ) Las andanzas y desventuras de los jóvenes ultraderechistas Ynestrillas -hijo del golpista del mismo nombre, procesado y condenado por la Operación Galaxia- y Salmerón, que han acabado entre rejas junto a un compinche que les proporcionó albergue, ponen de manifiesto la carencia de infraestructura y la precariedad de medios del golpismo civil, a pesar del alarde de aquella espectacular entrevista que concedieron, y de aquella extraña negociación para gestionar su entrega a la justicia, que costó la destitución a un comisario de policía.En contra de lo que se pudo suponer, estos muchachos, con la mente caldeada por las presiones fascistoides de sus mayores, no contaron con otro apoyo que el de algunos familiares y amigos próximos. El relato de su penoso periplo por montes y collados, a cielo abierto, y por pensiones portuguesas de mala muerte sugiere más una travesura infantil que una conspiración en toda regla. Por ello, lo sonrojante es que la policía no haya podido abortar antes una huida tan poco profesional

En todo caso, quienes deberían purgar también este pintoresco delito son los adultos que desarrollan su mesiánico proselitismo entre gentes todavía inmaduras, a las que llevan a cometer deslices que pueden arruinar su vida. Nos llena de consternación que sean estos jóvenes quienes hayan de pagar inexorablemente las alucinaciones de sus instructores.

( ... ) Aunque la policía no extreme la búsqueda de este género de maleantes, los golpistas de vía estrecha de la talla de los detenidos no ponen en peligro nada. Son, exclusivamente, los últimos posos de nostalgia de un grupo inoperante de fanáticos que no se resigna a reconocer la mayoría de edad del pueblo español.

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