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Nueva semana marcada por la falta de actividad bursátil

La falta de actividad en los mercados bursátiles tradicionales ha sido la característica más significativa de la semana en este apartado de la actividad financiera. El importante recorte en el volumen de órdenes de compra que se venía registrando en los últimos ciclos se acentuó durante las pasadas cuatro reuniones, hasta el punto de que el hipotético desastre fue superado gracias a las aportaciones aisladas de Telefónica y algunos bancos. En cualquier caso, resultó significativa la moderación que exhibieron los vendedores potenciales, que intentaron, a lo largo de todo el proceso, no incidir excesivamente en sentido negativo en la trayectoria de los precios de los valores más significados.En este sentido, quedaba de manifiesto con bastante nitidez que Telefónica, el más firme bastión de los índices generales de las últimas reuniones, iba a intentar mantener el precio de sus títulos por encima del 80%, e incluso, si la ocasión lo permitía, ganar posiciones, en lo que algunos especialistas calificaban de despliegue estratégico ante la hipótesis de una ampliación de capital a realizar antes del verano.

En todo este proceso las eléctricas resultaban los valores más perjudicados. Los compradores de semanas anteriores, que posiblemente habían actuado estimulados por el rumor de posibles plusvalías inmediatas, propiciadas por un rápido entendimiento entre la Administración y el sector, que a la postre terminó resultando bastante menos fácil de lo que los oráculos del optimismo habían avanzado, dieron claros síntomas de desaliento. Por su parte, algunos de los que habían comprado bien parecían llegar a la conclusión de que podrían conseguir nuevos títulos y más baratos en breve plazo, por lo que se decidían a vender sus partidas y materializar sus posiciones anteriores. El resultado definitivo de estos planteamientos era un goteo a la baja en los cambios, que no podía ser interrumpido por los cuidadores de estos títulos sin que las maniobras al respecto resultasen demasiado evidentes.

En este sentido cabe destacar la actuación de los derechos de suscripción de Hidrola, que, a pesar de los esfuerzos que se desplegaban en su entorno, no conseguían encaramarse precisamente al ranking de preferencias de los inversores. Tras unos tanteos alcistas en la primera mitad de la tanda, la realidad pareció volver a imponerse y los precios de estos cupones retornaron a las inmediaciones de las dos pesetas, donde se mueven con mayor soltura.

Para esta breve semana, definida por las vacaciones de Semana Santa, los más optimistas apuntan la posibilidad de que algunos mentores aprovechen la escasa: presencia de público en las salas de contratación para imponer un sesgo alcista a la trayectoria de los títulos entregados a su tutela.

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