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Tribuna
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Diga 'break'

Todo empezó en las aceras del Bronx una tarde de aburrimiento, cuando una pandilla de negros inició una frenética danza caótica alrededor del totémico radiocasete con una potencia de salida de 50 watios japoneses, uno de esos enormes y atronadores estéreos a los que van agarrados los emigrantes ilegales de Nueva York.El asunto se pronuncia break y consiste en una serie de arriesgadas contorsiones, peligrosos saltos acrobáticos, planchas giratorias con una sola mano, caídas en picao sobre la espalda y vertiginosos molinos corporales sobre el eje de la nuca. Suelen ir los danzantes callejeros del break disfrazados de pagadores de béisbol, protegidos con guantes siderometalúrgicos y cultos los ojos con lentes holográficas, de esas que descomponen la luz eléctrica en fuegos artificiales.

En el principio del baile era la música, y mucho más tarde el solido en candelero que hacía carne le discoteca. Con el break las cosas ocurren al revés. Lo que importa es la capacidad del sujeto para ejecutar una endiablada serie le figuras gimnásticas; después, la coreografia y la indumentaria; por último, los decibelios.

Todavía no he visto por las; aceras españolas a esa nueva clase de acróbatas que se juegan la crisma, pero ya leo y oigo que el break es la lanza de moda. Y como prueba de que el furor del Bronx también nos ha contagiado, me señalan un spot de KAS, cierta exhibición en el programa Un, dos tres, media docena de folios de las revistas musicales, los cinco minutos de Flashdance y un puñado de videoclips estrenados en Tocata.

Más todavía. En la hipótesis nada probable de que existiesen por nuestras aceras ejemplares de esa raza espléndida de contorsionistas, serían inmediatamente secuestrados por la autoridad competente, por la Federación Española de Atletismo, para enviarlos urgentemente a las próximas Olimpiadas de Los Ángeles. Y sin embargo, es la danza de moda. Sin romperlo ni mancharlo: sin que nadie se haya roto las costillas y sin manchar de sudor las aceras de la modernidad.

Es tan fácil vivir las modas en este país... Basta pronunciar correctamente lo que se quiere conjurar y ya está. Y quien dice break, dice las demás movidas culturales.

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