Bancos y cajas estudian la 'superpastoral' sobre 'riesgo-país'

El borrador de circular del Banco de España sobre provisiones para el riesgo-país, que está siendo estudiado por las entidades financieras privadas para que aporten sus posibles sugerencias y el impacto que individualmente puede provocar a los bancos su cumplimiento, establece claramente que las provisiones para los riesgos considerados fallidos y los muy dudosos tienen que dotarse de forma inmediata y abre la posibilidad de que se produzca un ajuste dilatado en el tiempo para los riesgos dudosos o el correspondiente a aquellos países que tienen dificultades transitorias.La superpastoral trata de establecer unos criterios objetivos de definición de estos cuatro grupos para que sean las entidades financieras las que posteriormente clasifiquen cada uno de sus riesgos en un grupo u otro. El Banco de España ha tratado de superar en el borrador de la circular -cuyos principios básicos ha sido discutido con anterioridad en un grupo de trabajo en el que participaba la banca privada- la clasificación mediante relaciones estadísticas que pueden ser complejas o cuya fiabilidad pueda ponerse en duda.

De esta forma, el Banco de España ha preferido referir las clasificaciones al problema específico que trata de solventar: problemas de pagos de los intereses y de la amortización de la deuda externa que tenga cada país. En este sentido, se consideran fallidos los riesgos con aquellos países que hayan repudiado su deuda -es decir, que no la reconozcan- o que lleven cuatro años sin hacer frente a los pagos de intereses o de amortización de la deuda. Estos riesgos deben provisionarse totalmente desde que entre en vigor la circular.

Criterios de clasificación

Los riesgos muy dudosos corresponden a aquellos países que llevan un retraso de 24 meses en el pago del principal de su deuda o de nueve meses en el de los intereses. Dentro de este grupo deberán incluirse además aquellas naciones que hayan renegociado su deuda por segunda vez consecutiva o rechacen el programa de saneamiento recomendado por el Fondo Monetario Internacional como complemento de las renegociaciones de la deuda externa. Las provisiones para estos países también deben ser al ciento por ciento, aunque la circular establece un período de cinco años para su total cobertura, a razón de un 20% anual.

Los países a considerar como dudosos son aquellos que lleven 12 meses de retaso en el pago de los principales, seis meses en el de intereses, hayan renegociado su deuda una vez o cuenten con un crédito internacional o de organismos internacionales para ayudar a sanear el país. Las provisiones para este grupo deben ser del 10% del total del riesgo contraído.

Los países en dificultad transitoria son los que llevan un mes sin hacer frente al pago del principal o tres meses de los intereses. En este grupo se incluyen las naciones que están renegociando su deuda o en las que exista cierta constancia de que van a hacerlo en un futuro próximo. El porcentaje de cobertura para estos riesgos se establece en el 5%.