Good Year pagará 1.500 millones a la viuda de un piloto
La fábrica de neumáticos norteamericana Good Year ha sido condenada por la justicia norteamericana a indemnizar a la viuda y a los dos hijos del piloto Mark Donahue con unos 1.500 millones de pesetas. El piloto norteamericano Mark Donahue perdió la vida en 1975, cuando se estrelló con su coche mientras disputaba una sesión de entrenamientos para el Gran Premio de Austria de Fórmula 1, al sufrir el reventón de uno de los neumáticos de su coche.
Mark Donahue había nacido en Estados Unidos el 18 de marzo de 1937. Su actividad como piloto se desarrolló, fundamentalmente, en su país, donde consiguió muchísimos triunfos y una sólida experiencia como probador. Sus estudios de ingeniería le dieron, además, una formación envidiable hasta convertirlo en el piloto más capacitado para desarrollar un coche recién diseñado.Precisamente por esas condiciones Mark Donahue fue contratado por la fábrica alemana Porsche, para poner a punto primero y llevar a la victoria después al coche más potente jamás construido: el Porsche 917. Gracias a un curioso mecanismo que utilizaba Donahue desde el interior de su cock-pit, el motor turboalimentado de este impresionante vehículo era capaz de alcanzar 1.100 caballos, de potencia, prácticamente el doble de la que tienen los actuales mono plazas de Fórmula 1.
La dificultad de ese mecanismo que utilizaba Mark Donahue, que tantas -y de forma tan aplastante- victorias le dio, consistía en que, si se mantenía el motor en esas condiciones durante muchos segundos, el aceite prácticamente se desintegraba, con el riesgo de fundir el motor en sólo unos instantes. Un motor que valía, en aquellos primeros años de la década de los setenta, más de 10 millones de pesetas de la época.
Tal fue el dominio de Mark Donahue y su Porsche 917, catalogado con orgullo por los técnicos de la marca alemana occidental como el coche de carreras más potente jamás construido, que la Federación Internacional terminó por cambiar la reglamentación técnica, de forma tal que el Porsche 917 no pudiera seguir en competición.
Cuatro años de actividad
Mark Donahue comenzó a correr en Fórmula 1 en 1971, cuando ya había cumplido 34 años de edad. Aquel año sólo disputó una carrera, para pasar tres años después sin volver a formar parte del Circo. En 1974 disputó dos carreras más, para integrarse de lleno en esta actividad una temporada después. Precisamente el 19 de agosto de ese año, cuando tomaba parte en los entrenamientos del Gran Premio de Austria, la que debería haber sido su carrera número 15, el piloto norteamericano sufrió un accidente al reventar uno de los neumáticos de su Penske.Su viuda planteó ante la justicia norteamericana una demanda contra Good Year, fabricante de los neumáticos del coche de su trágicamente desaparecido marido. Su querella se basaba en el mal estado de la rueda que reventó y causó el accidente y la posterior muerte del piloto norteamericano.
Ahora, casi 10 años después, un juez de Providencia (Estados Unidos) ha dado la razón a la viuda de Donahue. La sentencia podría sentar jurisprudencia y abrir una nueva vía en caso de accidentes.
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