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La auditoría de la Federación Española de Fútbol de 1982 presenta irregularidades de diversa índole

Romà Cuyàs, secretario de Estado para el Deporte, presentó ayer a la Prensa la auditoría realizada por la Intervención General de la Administración del Estado a la Federación Española de Fútbol correspondiente al ejercicio 1982. El dictamen es negativo "porque, entre otras cosas, ha sido omitida la contabilización de las operaciones relativas al Mundial-82 y no ha sido aplicado el principio de la naturaleza del gasto ni del devengo, contabilizándose ingresos que responden a un simple traslado de fondos del Mundial-82 con el fin de encubrir el déficit de su cuenta de gestión". Ayer también se conoció la subvención que este año tendrá la federación: 828.025.000 pesetas.

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Del control financiero realizado se desprende que "la falta de rigor en la previsión de ingresos se traduce en una subvención concedida superior a la que realmente se hubiera puesto de manifiesto con una correcta evaluación". En el dictamen se advierte que la cantidad pendiente de justificar para gastos corrientes es de 89.591.559 pesetas y que habrá que ordenar a la federación el reintegro de la cantidad no justificada (recientemente, tuvo que reintegrar 198 millones relativos a 1978). Las 600 páginas de la auditoría han sido trasladadas a la Fiscalía General del Estado por si hubiera motivo de delito. El resumen de la auditoría es el siguiente:En 1980 la Federación Española de Fútbol estimó, por exceso, que percibiría 90.737.553 pesetas de la recaudación de las quinielas. En realidad, fueron 8.918.661 pesetas. Gracias a estimar indebidamente dicha partida, se ocultó a la asamblea que la liquidación presupuestaria para 1980 arrojaba un déficit de 80.139.421 pesetas. La diferencia se canceló en 1982 con cargo al fondo social.

En la liquidación de gastos e ingresos de la final de la Recopa, en el Camp Nou, entre el Barcelona y el Standard de Lieja, no consta fecha ni firma ni aprobación de la federación española o de la europea. El secretario general no conserva fotocopias de los documentos justificativos. En dicha liquidación se incluyeron como un gasto 29.362.567 pesetas, en concepto de impuestos, cuando, en realidad, sólo representarían en conjunto unos 10. La diferencia entre ambas cantidades fue entregada al Barcelona, además de los cánones establecidos.

No existe documentación respecto a la liquidación de la federación internacional por el Mundial-82. Según ella, la federación española ha satisfecho 1.098 millones de pesetas, mientras que en la liquidación a la FIFA se declaran 1.623. De esta diferencia no se ha podido obtener justificante ni documento alguno que fundamente una obligación de pago.

De las cuentas del Mundial-82 se traspasan a ingresos ordinarios de la federapión 94 millones de pesetas, gracias a los cuales desaparece el déficit que se había producido en la liquidación presupuestaria de 1982 y que se ocultó a la asamblea. Dicho traspaso era improcedente.

La federación solicitó autorización para la apertura de una cuenta en francos suizos en virtud de un estudio financiero por el que se deberían pagar a la FIFA 18.736.000 (1.360 millones de pesetas). El estudio no respondía a la realidad, que debía ser conocida por la federación por cuanto incluyó pagos en divisas, por compensación, ya efectuados. Se olvida de computar un cobro pendiente de 10 millones de marcos (500 millones de pesetas) y no reflejó que con los ingresos por entradas debía pagar un conjunto de gastos. La realidad es que la federación no hizo ningún pago en divisas, pero sí cobró a la FIFA 14 millones de francos suizos (980 millones de pesetas). La cuenta no tuvo movimiento y, por diferencias de cambio, obtuvo una ganancia bruta de 224 millones de pesetas y, por intereses, 98 millones más.

Discrecionalidades

No se ha podido constatar que exista normativa que regule el máximo de descubierto que para cada club pueda permitirse ni para la liquidación de los saldos a favor de los clubes, con lo que discrecionalmente se está concediendo a determinados clubes un préstamo permanente, en tanto que a otros se les retienen importantes saldos a su favor. Esto ha permitido que el club Vall de Uxó entregara a la federación territorial un talón sin conformar para el pago de las deudas con sus jugadores. La federación territorial no negoció ese talón a su vencimiento y fue satisfecho mediante entregas posteriores del citado club, por lo que, en realidad, se tradujo en un préstamo encubierto de la federación territorial al Vall de Uxó para evitar que descendiera de categoría.Se han pagado impuestos por los seleccionadores Kubalay Pereda por 1.430.075 pesetas cuando en uno de los contratos aportados por la federación se dice expresamente que serán a cargo del interesado y en el otro no se hace mención alguna, por lo que no hay evidencia de la base contractual que obligue a la federación a efectuar el pago.

De los extractos de las cuentas bancarias que han sido abiertas con motivo de partidos internacionales solamente fue aportado el correspondiente al España-Islandia, jugado en Málaga el 27 de octubre de 1982, en el que pudo comprobarse que la cuenta no tiene carácter de restringida de ingresos y que no todo el producto obtenido por la venta de localidades fue ingresado en la misma. Por otra parte, si el titular de estas cuentas es la federación, se desconocen los motivos por los que no se incluyeron en el certificado emitido por la federación y la carencia de documentación sobre las mismas. Si se trata de cuentas personales, se produce la situación de que, transitoriamente, los fondos de la federación están a disposición de la persona titular de la cuenta.

Ha sido satisfecha de forma irregular una paga extraordinaria al administrador general de la federación, ya que este funcionario percibió la correspondiente al mes de febrero cuando su ingreso tuvo lugar el 1 de enero, con posterioridad a la fecha en que finalizó su devengo.

En el capítulo de relaciones públicas, si se contabiliza adecuadamente por la naturaleza del gasto, la cifra gastada se puede estimar en 50 millones de pesetas cuando la cifra contabilizada es de 24.641.205 pesetas. No siempre pudo identificarse a los beneficiarios de los distintos obsequios y regalos.

De las facturas de almuerzo analizadas se obtiene un coste por persona de 4.804 pesetas.

Los ingresos netos por venta de entradas declaradas por la federación a la FIFA ascendieron a 2.002.946.400 pesetas. Respecto a esta cifra, tanto en número de localidades como en su importe, el equipo de Intervención General no puede afirmar que se corresponda con el producto realmente obtenido por la venta de localidades; y ello, por los siguientes motivos: no se ha practicado ningún proceso de invalidación para las entradas que no pudieron ponerse a la venta y en este recuento faltan 36.000 entradas, por lo que cabe la conclusión de que se han declarado menores ventas de las realmente efectuadas, y, por último, se da la incoherencia de que hay 1.063 en exceso, por lo que parece que se declaran como vendidas localidades que no se vendieron.

Los beneficios del Mundial-82 (3.233 millones de pesetas), como ingreso propio de la federación, tenían que haber sido sometidos a la aprobación de la asamblea para su distribución.

Omisiones e Infracciones

La federación aceptó que Rofaesport y la FITA efectuaran compensación de pagos en divisas, lo cual no es legal.La federación, al término del Mundial-82, estaba en condiciones de conocer los pagos que había que efectuar en moneda extranjera. Sin embargo, mantuvo un depósito en dólares hasta enero de 1983, beneficiándose de la depreciación de la peseta. La ganancia bruta por diferencia de cambio puede cifrarse en 24 pesetas por dólar.

La operación de compra del hotel Sideral supuso 180 millones de pesetas. No se ha podido comprobar la existencia de un estudio económico-financiero para la misma. Se han encontrado recibos en blanco firmados por directivos de clubes que parecen servir para acomodar las justificaciones de gastos ante el Consejo Superior de Deportes a las necesidades de las federaciones territoriales.

En cuanto al tema de los videomarcadores, se solicitó una subvención de 27 millones de pesetas por club, justificándose "que los estadios se enriquecerán y darán un servicio extraodinario al público, que podrá ser testigo de secuencias de otros encuentros". Se advierte que esa utilización fue prohibida por la propia federación.

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