Bettino Craxi fracasa en su intento de negociar con las centrales sindicales
El encuentro del presidente del Gobierno, Bettino Craxi, con los líderes de los tres gremios sindicales CISL, CGIL y UIL, que había sido anunciado con tanta esperanza, ha resultado un fracaso. Positivo ha sido sólo el "clima de cordialidad" que se registró durante el largo encuentro, que duró cuatro horas. Por lo demás, nada.El Gobierno estaba dispuesto a hacer varias concesiones entre ellas, limitar a seis meses, en vez de a un año, el decreto que recorta tres puntos la escala móvil de revisión salarial. Pero la parte comunista de CGIL ha sido inamovible en sus posturas, y pide que lo que pierden de sueldo los trabaja dores a causa del decreto puedan recuperarlo íntegramente de otro modo al final de año. Eso equivaldría, en realidad, a dejar sin efecto el decreto y regalar la victoria al partido comunista, que convocó en Roma, el pasado 24 de marzo, a un millón de trabajadores precisamente para boicotear el decreto.
Fracasadas las negociaciones, toda la atención se ha centrado en el Parlamento, que inicia hoy la discusión sobre el decreto. Los comunistas siguen en sus trece de luchar con todos los medios legales para que no se llegue a la aprobación antes del 16 de este mes, en cuyo caso el decreto decaería y el Gobierno tendría que volver a presentarlo.
Voto de confianza
Por supuesto, como en el Senado, el Gobierno está dispuesto a pensar en el voto de confianza, y lo ganará, pero a pesar de ello no existe el tiempo real para poder llegar a la aprobación, ya que la presidenta de la Cámara de los Diputados, la comunista Nilde Jotti, ha interpretado el reglamento generosamente, concediendo a la oposición que cada diputado pueda hablar durante 45 minutos. Los radicales han protestado muy duramente, alegando que con ello dicho reglamento había sido siempre interpretado avaramente, permitiéndoles hablar sólo media hora por cabeza.Mientras tanto, ayer se empezó a rumorear que los consejos de fábrica de inspiración comunista van a proclamar una huelga general para el día 14 de este mes. Se trataría de una decisión muy grave que el mismo líder comunista de CGIL, Luciano Lama, había excluido y rechazado durante su discurso al millón de trabajadores concentrados en Roma hace dos semanas, alegando que en este momento una huelga general podría llevar a la ruptura definitiva al interior de la CGIL. Y esto porque su componente socialista nunca aceptaría en este momento una huelga general contra la política del primer Gobierno presidido en este país por un socialista.
Bettino Craxi convocó el pasado martes a los tres secretarios generales de los sindicatos CISL, CGIL y UIL, Carnetti, Lama y Benvenuto, respectivamente. La decisión causó sorpresa en los medios políticos romanos, ya que la convocatoria se hizo a continuación de una imponente manifestación celebrada el 24 del pasado mes de marzo en Roma, protagonizada por un millón de trabajadores convocados por la parte comunista de la CGIL.
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