Las decisiones revocadas
La ejecutoria de José María Lucía en relación con Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) se ha caracterizado por una frecuente revocación de decisiones enérgicamente tomadas poco antes. El 4 de febrero de 1983 se inició el conflicto de AHM con la orden, dada por Lucía, de cerrar el horno alto número 2 de la factoría. Las gestiones que realizó el consejero de Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat valenciana, Segundo Bru, hicieron posible que se anule completamente esta orden.El 18 de marzo del mismo año, cuando el conflicto estaba ya considerablemente caldeado, Lucía, que había ordenado reducir la producción de la fábrica en un 20%, se presentó en las instalaciones, de Puerto de Sagunto para anunciar sanciones si la orden no era acatada. Miles de saguntinos rodearon el edificio donde se encontraba Lucía profiriendo insultos y amenazas contra él. Tras ser retenido de esta forma durante más de 10 horas, pudo salir ileso de la factoría tras aceptar que la producción se mantuviese en los niveles habituales.
El 17 de septiembre, los trabajadores de AHM decidieron incumplir nuevas -órdenes de la dirección, esta vez en el sentido de paralizar el tren número 28, estructural. Ciento sesenta de entre ellos reciben cartas de despido: acatan la orden y son readmitidos.
El 9 de diciembre, los empleados acuerdan impedir la salida de lingotes de acero hacia otras factorías, en contra de lo indicado por la dirección. Esta actuación no es acogida con represalias.
La orden firme de cerrar el horno número 2 se dio el 20 de febrero pasado y no fue acatada por los trabajadores. El 22 de marzo, tras haber dado un ultimátum que fue incumplido, la dirección comenzó a enviar cartas de despido hasta un total de 230. En una asamblea celebráda el día siguiente, los operarios decidieron poner el horno en banking -encendido, pero sin producción- con el fin de iritentar negociar con la empresa.
Las conversaciones se iniciaron el martes, y Lucía anunció el levantamiento de los despidos, pese a que el horno continúa sin haber sido apagado y en la rnisma situación que un motor en punto muerto.
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