La Caja Rural de Palencia concentró sus créditos en empresas de la construcción

Palencia Félix Anero, ex director general de la Caja Rural de Palencia, y Teótimo Tapia, ex interventor de la misma entidad, son las dos personas que se encuentran detenidas por orden del fiscal de la Audiencia Provincial -quien ha apreciado indicios de una presunta estafa durante su gestión-, y no el ex presidente de la Caja Rural, como se informaba erróneamente ayer en estas mismas páginas.Las irregularidades, detectadas a consecuencia de una inspección del Banco de España, se centran en la existencia de 1.422 millones de pesetas en avales de dudosa recuperación; otros avales sobre letras de cambio por valor de 2.300 millones de pesetas no contabilizados en balance, y la concesión de créditos a empresas del sector de la construcción-3.105 millones de pesetas, que representan el 37% del total de créditos concedidos por la entidad-, cuando por su propia constitución las cajas rurales no pueden prestar dinero más que a sociedades agropecuarias. En concreto, la empresa Bigar, de Aranda de Duero, recibió créditos por valor de 1.500 millones de pesetas; esta sociedad se encuentra en suspensión de pagos.

El informe aprobado por el consejo ejecutivo del Banco de España, que fue trasladado al fiscal provincial, señalaba que el déficit patrimonial de la caja rural era de 3.709 millones de pesetas y contaba con unos recursos propios de 799 millones de pesetas.