A la memoria de Mariana Pineda

En declaraciones a Eduardo Castro (véase EL PAI S del 19 de marzo de 1984, página 42), Pepa Flores, antes Marisol, protagonista en la serie televisiva Mariana Pineda, aún en rodaje, se refiere ex cathedra a la "realidad histórica" de la heroína de Granada, porque, desde hace tiempo y como andaluza, se siente ligada al personaje y porque su madre, cuando ella era pequeña, le contó muchas veces el romance.En esas declaraciones, Pepa Flores también señala la "desidia e indiferencia" que ha notado en Granada hacia la memoria de la heroína local, y remacha: "Me ha dado la impresión de que en Granada no se conocen suficientemente la vida y la importancia histórica de Mariana".

Para enjugar tan mala impresión le recuerdo a la formidable artista ma lagueña que los granadinos conservan la casa donde nació y la última que habitó Mariana de Pineda, ambas con lápidas indicativas; que los granadinos le dedicaron una hermosa plaza en el centro de la ciudad, y en ella erigieron un monumento a su memoria, ciertamente feo, pero ahí está; que, además le consagraron una calle, junto al mismísimo ayuntamiento, y que permanece con su nombre; que instalaron una modesta cruz, con epigrafías en su base, en el lugar del ajusticiamiento, y ahí se mantiene el recuerdo, etcétera.

Los granadinos, todavía más, celebran cada año el 26 de mayo las fiestas de la Mariana, en su plaza, con ofrendas florales y verbena, y un enorme cariño por su conciudadana. Más: en 1981, aún no hace tres años, conmemora, on solemnemente el 150º aniversario de su muerte, y toda Granada se sumó al homenaje. Lo digo como testigo de excepción, pues fui el pregonero de la fiesta.

Que hable de desidia e indiferencia de los granadinos me parece, cuando menos, desagerao. Pero lo más divertido de las declaraciones es que a la cripta-panteón de la catedral de Granada, donde reposan los restos de Mariana en una tumba con capillita, que no tienen los vecinos, entre ellos el grande Alonso Cano, la llame "especie de alcantarilla". /