Los luchadores piden la dimisión de su presidente
El Consejo Superior de Deportes (CSD) recibió ayer diversos telegramas solicitando el cese de Fernando Compte como presidente de a Federación Española de Lucha. Se unieron, así, a las múltiples peticiones surgidas ya el pasado fin de semana, en Valencia, con motivo de los Campeonatos de España en las modalidades olímpicas de grecorromana y libre. El conflicto que afecta a dicha federación adquirió su máxima gravedad cuando la mayor parte de los luchadores realizaron una sentada al dar comienzo la competición. Esta sentada no impidió la celebración de los campeonatos, aunque, en ellos, 13 títulos, sobre un total de 20 categorías, se adjudicaron a un único participante, ya que sus rivales se retiraron. Compte ha pedido una entrevista urgente con el director general de Deportes, Daniel Romero.
Ocho Federaciones Territoriales presentaron a 93 atletas para intervenir en los Campeonatos de España. En el momento de dar comienzo oficialmente el torneo, ya sobre la pista, los atletas se sentaron en silencio y esperaron alguna reacción.El presidente de la federación, Fernando Compte, se acercó a los luchadores y les preguntó por las causas de la sentada. "Queremos que dimitas", le respondió Fernando San Isidro, un luchador de Castilla, y comenzó el conflicto.
En esa jornada, la postura de los atletas imposibilitó el inicio de los campeonatos. Al día siguiente, con la Policía Nacional en la instalación y a puerta cerrada, se decidió empezar con los luchadores que, voluntariamente, hubieran accedido a competir. Las versiones, en este punto, son dispares. Para el presidente de la federación, hubo amenazas "sobre todo, a los luchadores jóvenes" y violencia física para impedir que fueran a competir. "Cuando hablé con sus cabecillas, me enseñaron un escrito con algunas firmas en que se solicitaba mi dimisión. Yo, naturalmente, no di por bueno ese papel". Algunos deportistas discrepan. Para ellos, el presidente y varios directivos intentaron convencer a ciertos atletas de que compitieran a toda costa incluso con pro mesas de que participarían en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.
Menos de 20 luchadores
La participación final no llegó a los 20 luchadores para un total de 20 categorías; o sea, se tocaba a título por luchador. La estadística final fue más sorprendente. Ocho luchadores se hicieron con 16 títulos. Trece de los 20 títulos se adjudicaron de forma directa. Es decir, sólo se celebraron siete combates, por lo que se llegó a la proclamación de 13 campeones por el mero hecho de que no tenían adversario. El presidente de la federación, Fernando Compte, dio por buenos estos campeonatos porque, según sus palabras, le bastaba con 20 atletas para organizarlos.El enfrentamiento de fondo estriba en la desatención federativa hacia las dos modalidades olímpicas en beneficio del sambo. Esta especialidad autóctona soviética, muy parecida a la lucha canaria española, de limitada extensión internacional, ha permitido ganar títulos mundiales a la federación de Fernando Compte, que no tiene ningún nivel, en cambio, en grecorromana y libre.
El desglose de los nuevos campeones -"esquiroles", en la denominación de los luchadores que se negaron a participar- es el siguiente. Grecorromana: Rafael Expósito (48 kilos), Jorge Mena (52), Miguel Ángel Garcia (57), David Sicart (62), Miguel Angel Promis (68), Alfonso Martínez (74), Eusebio Serna (82), Rafael Luna (90), Jaime Pareda (100) y Eusebio Rubio (más de 100). Libre: Rafael Expósito (48 kilos), Jorge Mena (52), Miguel Ángel García (57), David Sicart (62), Antonio Catei (68), Ignacio Ordóñez (74), Eusebio Serna (82), Rafael Luna (90), Jaime Paredes (100) y Eusebio Rubio (más de 100).
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